El Gobierno vasco prioriza la transferencia de la gestión de la Seguridad Social

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La transferencia de las materias relacionadas con la Seguridad Social ha dejado de ser un tabú y poco a poco va ganando posiciones en la negociación entre los gobiernos vasco y español. Si la ministra del ramo, Elma Saiz, admitía por primera vez hace unos meses que existen conversaciones al respecto, la consejera de Autogobierno reforzaba este jueves la impresión de que los trabajos están ganando profundidad y recorrido, y no solo eso, sino que también se está dando prioridad en este momento a la consecución de un acuerdo sobre esta materia. Maria Ubarretxena dijo que “el bloque al cual estamos dirigiendo nuestros esfuerzos y recursos es el de la Seguridad Social”. Está centrando “todos los esfuerzos” en la actualidad porque, debido a su complejidad, hay que desbrozar el camino. Este año deberían llegar las 25 competencias pendientes que recoge el Estatuto, y las relativas a la Seguridad Social son las más complejas.

En la comparecencia posterior a la comisión bilateral con el Gobierno español, Ubarretxena explicó que las negociaciones que quedan por delante para cumplir el Estatuto de Gernika se van a articular en cuatro bloques para agilizar los acuerdos. La Seguridad Social, que será uno de esos cuatro paquetes, es un terreno “difícil, pero por eso lo estamos trabajando y estamos concentrando todos nuestros esfuerzos”. Habrá un bloque de infraestructuras, otro sobre banca y crédito, y un último bloque en materia sociolaboral. 

Las materias del paquete de la Seguridad Social

El lehendakari Pradales ha delimitado en varias ocasiones el contenido de las competencias sobre la Seguridad Social. Abarcaría, por un lado, las políticas pasivas de empleo, sin tocar la legislación básica que corresponde al Estado. Se trataría de articular un sistema integral de empleo, en la medida en que la comunidad autónoma gestiona ya las políticas activas, que son las que incentivan la incorporación al mundo laboral. Por otro lado, la Seguridad Social abarcaría las prestaciones no contributivas, donde ya existe el precedente de la transferencia del Ingreso Mínimo Vital; el Fogasa, el fondo que paga a los trabajadores los salarios pendientes en las empresas en quiebra; la ampliación de la inspección del trabajo, la gestión del régimen económico de la Seguridad Social, y la tutela y la dirección de las mutuas.

La transferencia de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social se plantea “manteniendo el principio de solidaridad y sin ruptura de la caja única”. El Gobierno vasco ha recordado en varias ocasiones que no pretende, por ejemplo, vulnerar la competencia del Estado para legislar sobre las pensiones. Se trataría de la “gestión”, de contar con una ventanilla vasca, aunque el PNV mantenga como aspiración política un horizonte futuro en el que pueda articular un sistema de pensiones propio. Lo que plantea ahora es cumplir la letra del Estatuto, que contempla la posibilidad de establecer convenios.

"Buena sintonía": "eskerrik asko, ministro"

Ubarretxena, por su parte, quiso reconocer “la buena sintonía y la lealtad con la que se están desarrollando las negociaciones”, hasta el punto de dedicar a Ángel Víctor Torres un “eskerrik asko, ministro”. La consejera reivindicó que “cada paso que damos implica más y mejor autogobierno y mayor capacidad de decisión, crecer como país y crecer en bienestar”.

“Hay un compromiso firme, hay voluntad política, tenemos un calendario acordado y estamos trabajando con exigencia y autoexigencia para ver cumplido íntegramente el Estatuto”, dijo.