Proyecto industrial y arraigo. El mantra del Gobierno vasco para involucrarse en operaciones de compra de empresas es el principal requisito también en el caso de Guardian Glass, que se enfrenta a una carrera contrarreloj para evitar su cierre. Tras el apagado del horno a finales de enero, el 3 de marzo se abrió el periodo de consultas del ERE de extinción de los 171 empleos iniciado por la multinacional estadounidense. Si nada cambia, los trabajadores serán despedidos el 14 de abril y la planta de vidrio se clausurará poco después.
Ante la cercanía de estos acontecimientos, el Gobierno vasco ha decidido pisar el acelerador y esta semana se reunirá con los inversores interesados, hasta cuatro según ha asegurado en alguna ocasión, aunque se desconocen los nombres. El objetivo es averiguar si existe un proyecto industrial que asegure el futuro de la planta en Laudio. En ese caso, según explicó este martes el consejero Mikel Jauregi en una comparecencia en el Parlamento Vasco, el Ejecutivo estaría dispuesto a acompañar la operación, "que conllevaría un importante inversión privada", siempre y cuando se trate de un socio industrial de acreditada trayectoria con un proyecto "sólido y de futuro". En definitiva, modelo Talgo.
"Como Gobierno estaríamos dispuestos a participar en ese nuevo y ambicioso proyecto industrial, invirtiendo en él para hacerlo posible", subrayó Jauregi, que también reconoció que "no todos las operaciones salen". "Seguiremos trabajando con calma y discreción, esto va de traer proyectos empresariales a la comarca, por ello continuamos trabajando para atraerlos", apuntó. El Ejecutivo aspira a que una futura operación de compra –de la que todavía no hay nada en firme– garantice el arraigo del proyecto en Euskadi, el empleo "de calidad" y traccione a los proveedores locales. "Cuando se den estas condiciones, el Gobierno entrará a apoyar una operación industrial de este importante calado", reiteró.
En este caso, la inversión pública superaría el compromiso inicial del Plan de Acción Inmediata de Aiaraldea 2022-2024 para la revitalización económica y social de la comarca, que afronta momentos críticos, y en el que el Gobierno vasco preveía aportar 24 millones de euros. Fue precisamente en el marco de este plan y a petición de EH Bildu y el PP que Jauregi compareció en la Comisión de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad del Parlamento Vasco.
El consejero reconoció que "han faltado proyectos industriales" y que, de los 9,5 millones comprometidos, solo se van a ejecutar 2,8 millones. Mientras, "como Gobierno hemos seguido invirtiendo" y en este periodo se han aportado 5,9 millones en desarrollo industrial, 6,6 millones en tecnología y digitalización, y 1,6 millones en eficiencia energética. "Esto suma más de 14 millones, que si añadimos los 2,8 millones ya comprometidos, nos da un total de 17 millones de euros de inversión del departamento de Industria en Aiaraldea", destacó.
Además, informó de que "a pesar de que hasta ahora no haya visto la luz", existe un proyecto que contempla promover y desarrollar una instalación de generación de energía solar fotovoltaica en la zona para suministrar energía renovable a la industria local a través de una fórmula asociativa. "La situación a día de hoy es la de un proyecto ya avanzado. Se ha constituido Aiarako Ekian, con la participación de un 30% por EVE, y el resto lo ostenta Krean, con un 70%", detalló.
El consejero precisó que ya se ha obtenido acceso y conexión (4,5 MW) por parte de Krean, y están iniciadas las tramitaciones administrativas necesarias: la evaluación de impacto ambiental, la autorización administrativa previa y la tramitación urbanística.
Situación de los trabajadores
A pesar de estos movimientos, los trabajadores de Guardian Glass han perdido ya toda esperanza de conservar sus puestos de trabajo y negocian con la dirección de la empresa "la mejor compensación económica". Según el comité de empresa, incluso aunque llegara un inversor dispuesto a recuperar la actividad en la planta, algo que podría costar entre 8 y 12 meses, este no tendría ningún compromiso para contratar a los actuales trabajadores.
"Guardian ha dicho que si viene un inversor no va a obligarle a coger a trabajadores. Esa es la buena fe que tiene Guardian. Nosotros entendemos que el 14 de abril nos vemos en la calle. Si tienes un inversor o hay posibilidad, quita el ERE. La posibilidad de quitar el ERE está ahí. Si hay inversores, quita el ERE y nadie, ni las instituciones han salido a decir que hay que quitar el ERE", se quejaron los representantes del comité Jon Ander Mesonero, Jesús la Laguna y Luis Mari Peña en la comisión de Desarrollo Económico y Sostenibilidad de las Juntas Generales de Álava hace unas semanas.
En aquella intervención, los trabajadores hablaron también de la situación del horno, del que se desconoce su estado actual tras el apagado controlado. "El horno está inservible y para tirar debido a la forma en la que se llevó a cabo su parada", denunciaron. "Dejaron el horno con todo el vidrio, el baño de estaño y todas las máquinas llenas. Eso no es controlado. Ese horno, ahora mismo, está inservible, por lo que no hay inversor que pueda meter mano a ese horno. A día de hoy, no vemos posible que alguien venga y que vaya a poner un dinero para hacer uno nuevo y que nosotros sigamos", explicaron, para cuantificar en "más de 70 millones de euros" lo que supondría su coste.
El sorpresivo cierre de Guardian y el acelerado apagado del horno ha supuesto un duro golpe para Aiaraldea, una comarca industrial que lleva años enfrentándose al cierre de sus empresas. Glavista, Vicalde, Lipmesa o Aceros de Llodio vinieron antes y las consecuencia no solo han sido la pérdida de empleos directos. "Nos estamos quedando sin futuro", claman desde SOS Aiaraldea.