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El Gobierno vasco sienta las bases para crear una industria local de microchips

De la pandemia y la guerra en Ucrania “hemos aprendido que necesitamos producción local”, afirma el lehendakari
La compañía encartada, con 286 trabajadores y trabajadoras, estrenó instalaciones.

La sucesión de recientes acontecimientos históricos ha puesto a prueba también la industria, que “ha padecido la paralización de la producción debido a la falta de suministros por falta, entre otros, de los conocidos microchips y semiconductores”, describió el lehendakari, Iñigo Urkullu. Tensiones de las que el Gobierno vasco ha extraído una lección: “necesitamos una producción local, lo más próxima posible a algunos elementos y Euskadi cuenta con mimbres para ello”, para crear un “Basque Microelectronic Hub”.

Es decir, “un espacio dinamizador referente con capacidad para liderar” una red tejida con la colaboración “público-privada de centros tecnológicos, universidades y empresas”. Además, esta misma semana Euskadi ha entrado a formar parte de European Semiconductor Regions Alliance, que busca “impulsar el crecimiento y la competitividad de la industria de los semiconductores a partir del intercambio de conocimientos y buenas prácticas y la cooperación entre países o regiones” ya que este “ecosistema debe forjarse más allá de nuestras fronteras”, recalcó.

El ejemplo de P4Q

En esta “apuesta” cobra relevancia la actividad de empresas como P4Q Electronics, cuya nueva sede en Alonsotegi visitó ayer miércoles el lehendakari. Hoy mismo celebrará sus 24 años de actividad en los que se ha erigido en referente internacional en la fabricación de componentes electrónicos. Con una plantilla de 286 trabajadores y trabajadoras, “el 40% mujeres”, según apuntó el director ejecutivo de la compañía, Aitor Alapont, “nuestra principal ventaja competitiva consiste en saber combinar la nueva tecnología en la puesta en marcha y fabricación de productos electrónicos con algoritmos de inteligencia artificial y análisis Cloud para aportar valor añadido en energías renovables, sobre todo la solar, y médico-sanitarias con un equipo humano comprometido con la innovación y un proyecto compartido”.

Tras nacer y consolidarse en el elkartegi de Alonsotegi P4Q Electronics ha elegido permanecer en el municipio para así “contribuir al desarrollo de Enkarterri, que es parte de nuestra alma”. Con una inversión de seis millones de euros, la nueva sede dispone de certificación energética A, 1.500 metros cuadrados de espacios de oficinas, 2.400 metros cuadrados de la planta productiva propiamente dicha, laboratorios de I+D+i, un centro de monitorización en tiempo real, estancias para prototipos y un almacén de 600 metros cuadrados.

La infraestructura más puntera de una compañía que mantiene también plantas en Albuquerque (Estados Unidos), de 2.400 metros cuadrados, y Kunshan (China), de 2.000 metros cuadrados, así como oficinas de atención al cliente en Brasil, Chile y México.

En 2007 P4Q Electronics lanzó al mercado un dispositivo con la tecnología más a la vanguardia en controladores de seguidores solares, que a día de hoy es “la marca líder mundial en controladores inteligentes de seguidores solares, con más de 25 gigavatios instalados y más de 650.000 controladores electrónicos en 1.150 plantas solares”. Además, proveen servicios de fabricación electrónica para sectores como el ferroviario, automoción e industrial.

En 2022 facturaron 58 millones de euros que calculan que se eleven a 87 millones este año. En 2019 se incorporó a su accionariado el fondo de capital riesgo Talde, pero con el equipo directivo socio fundador al frente de la gestión. El presidente de Talde, José María Zalbidegoitia, destacó en el recorrido de ayer por las instalaciones que acoger la moderna fábrica de P4Q “fue objeto de deseo en distintos parques tecnológicos”. La empresa “la necesitaba para expandir su liderazgo como referencia a nivel global”.

“Vais a seguir apostando por la tecnología más avanzada para ganar competitividad en un mercado tan abierto y exigente”, dijo el lehendakari, haciendo hincapié en la “confianza” que denota la decisión de la mudanza en la que “habéis puesto mucho en juego realizando un esfuerzo que va a merecer la pena”.

Tratándose del 8-M, Iñigo Urkullu se despidió con un “Gora emakumeak!” no sin antes animar a “tomar en consideración el programa Gizonduz de Emakunde, que plantea una revisión crítica de los modelos masculinos dominantes, identificar alternativas y difundir experiencias organizativas de trabajo de los hombres por la igualdad”.

10/03/2023