El Gobierno vasco está trabajando en un protocolo de actuación coordinada para hacer frente a las denuncias por 'pinchazos' como las registradas durante los últimos días en diversas localidades de Euskadi.
Para ello se están celebrando reuniones con representantes de la Judicatura -juzgados de guardia, principalmente-, así como de Salud, Seguridad y Justicia, a través del Instituto Vasco de Medicina Legal (IVML).
La intención es elaborar un protocolo de actuación, unificar los pasos, para que la respuesta sea uniforme e inmediata ante un fenómeno que ha generado una "notable preocupación en la sociedad vasca", ha informado el Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno vasco.
A pesar de esta preocupación, la consejera Beatriz Artolazabal ha recordado que por el momento no existe constancia de que en la docena de denuncias que actualmente investiga la Ertzaintza se haya inoculado sustancia tóxica alguna. Además de esta docena de investigaciones en Azpeitia (Gipuzkoa) hay otros dos casos de 'pinchazos' en mujeres.
Por el momento se sigue trabajando en identificar las motivaciones que pudieran estar tras los 'pinchazos, aunque se insiste desde el Gobierno vasco en desvincularlos de cualquier denuncia de agresión sexual.
En este sentido, la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, ha hecho un llamamiento a la calma y la prudencia, al tiempo que ha condenado sin paliativos lo que ha descrito como "una nueva forma violencia hacia las mujeres", que, en ningún caso puede constituir "un retroceso" en las libertades y una "vuelta al miedo, que es la verdadera amenaza".
Artolazabal dio a conocer este lunes la actualización de la guía vasca de prevención de la violencia machista durante las fiestas para que ayuntamientos, hosteleros, responsables de txosnas y organizadores de fiestas sepan cómo actuar ante casos de 'pinchazos' a mujeres.
La guía explica que ante un 'pinchazo' lo primero que hay que hacer es llamar a los servicios de asistencia 112, no dejar sola a la víctima y llevarla a un centro sanitario si siente que tiene alterado su estado de salud, además de denunciar lo ocurrido a la Ertzaintza.