Los últimos presupuestos de la legislatura en Euskadi apuntan a que saldrán adelante con el apoyo de los partidos que sustentan el Gobierno vasco, PNV y PSE, suficiente para ello merced a su mayoría absoluta. La negociación con EH Bildu, Elkarrekin Podemos-IU y C’s ha resultado infructuosa tras la presentación de unas propuestas que el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, calificó de desorbitadas y con un marcado “tinte electoral”. La celebración de elecciones autonómicas en 2024 ha acabado pesando y Azpiazu concluyó que “no tienen voluntad” de negociar. Por este motivo, tras reunirse la semana pasada con todos los partidos, salvo Vox, ha optado por no celebrar una segunda ronda con ellos.
El PP aún no le ha hecho llegar su propuesta pero las declaraciones de sus dirigentes “no invitan al optimismo”, aseguró el consejero. En una comparecencia ante los medios en Gasteiz, consideró que los planteamientos de EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU tienen una “cuantía desorbitada” porque ambos superan los 300 millones de euros, cuando el margen “orientativo” que el Gobierno vasco había dado para negociar era de unos 25 millones. “No nos podemos sacar 300 millones de la manga”, apostilló.
Valoró que la oferta del partido abertzale incluye “cambios estructurales” que obedecen a “un claro posicionamiento electoral” y que “no se corresponden con una negociación presupuestaria”. Por su parte, las peticiones de la formación morada no son competencia del Gobierno vasco, apostilló. Sobre Ciudadanos dijo que sería “extraño” negociar con un partido que tiene “un planteamiento global que está en las antípodas” del Ejecutivo.
“No merece la pena dar vueltas para no llegar a ningún sitio porque sería perder el tiempo”, afirmó Pedro Azpiazu. Las posturas son, por tanto, tan “alejadas” que su Departamento ha optado por “no hacer un planteamiento de acercamiento”, teniendo además en cuenta que el Gobierno “tiene los apoyos suficientes”. Dejó sin embargo la puerta abierta a incluir en los presupuestos algunas de las enmiendas que los grupos presenten en el trámite en el Parlamento Vasco.
Fuera de lugar
Azpiazu recordó que, ya el pasado 24 de octubre, avanzó que este sería “un año complejo para poder llegar a un acuerdo con el resto de partidos políticos” por la coyuntura preelectoral, y “así lo hemos podido comprobar al recibir sus documentos”. Manifestó además que las formas de los grupos en público también han estado fuera de lugar, ya que “los encuentros que mantenemos siempre se dan en un clima cordial”. Así, criticó que Elkarrekin Podemos-IU, antes de la primera reunión, expresó su postura en declaraciones a los medios de comunicación. “Lo más preocupante” es que al salir del encuentro, el Gobierno conoció sus peticiones a través de los medios sin que se las hubieran trasladado, añadió.
Respecto a la propuesta presentada por EH Bildu el pasado lunes, lamentó que la recibió “diez minutos antes” de que se hiciera pública en una rueda de prensa. “Es sorprendente el nivel de exigencia que tienen con el Gobierno vasco y lo sencillo que le resulta apoyar en otros ámbitos geográficos, investiduras o presupuestos”, reprochó.
Rodillo
Críticas de la oposición. El parlamentario de Elkarrekin Podemos-IU David Soto acusó a Lakua de falta de voluntad política para negociar los presupuestos de 2024 y lamentó que vaya a “aplicar el rodillo” para aprobarlos en solitario. En un comunicado, criticó que el Ejecutivo ni siquiera ha entrado a analizar sus propuestas y le acusó de “buscar excusas” en el ámbito competencial. Soto opinó que las razones para romper la negociación son políticas y que, sin sus aportaciones, “es imposible que sean unos buenos presupuestos”.