El Villarreal, séptimo clasificado en LaLiga con un punto más que el Athletic, ha empezado a pagar en el campeonato de la regularidad el peaje de la Champions League, torneo de campanillas y de máxima exigencia al que vuelve a hincar el diente la noche del miércoles en el partido de ida de los cuartos de final. El equipo que visita el Estadio de la Cerámica a partir de las 21.00 horas no es otro que el Bayern Múnich, líder destacado de la Bundesliga con nueve puntos de ventaja respecto al Borussia Dortmund y rival de los castellonenses en una ronda que ha alcanzado por primera vez en su dilatada trayectoria como entrenador Unai Emery (Hondarribia, 3-XI-1971). A pesar de tener el choque liguero frente al Athletic a menos de 72 horas vista, el preparador guipuzcoano asoma con los cinco sentidos puestos en el poderoso conjunto alemán tras haber superado la barrera de los octavos de final de la Champions después de seis intentos fallidos con cuatro equipos diferentes.
Se trata de un torneo que, convertido en una especie de obsesión para Emery, ha ocasionado al de Hondarribia importantes decepciones en forma de grandes fracasos. Nada que ver con la Europa League, segundo torneo continental por excelencia a nivel de clubes en el que el actual timonel del Villarreal figura como el entrenador más laureado con cuatro títulos (2013-14, 2014-15, 2015-16 y 2020-21). El último, firmado la pasada temporada al derrotar al Manchester United en la final, dio al cuadro amarillo el billete para disputar una Champions que sigue siendo una cuenta pendiente en el currículo de Emery, quien ni siquiera pudo superar la fase de grupos a los mandos de Sevilla, Spartak de Moscú y Valencia, club con el que cayó también en octavos en 2010.
En la misma ronda y de manera más reciente padeció el guipuzcoano dos mayúsculos varapalos como entrenador del París Saint-Germain. El primero de ellos fue el más duro de su carrera, pues goleó como local en la ida al Barcelona (4-0), pero sufrió después en el Camp Nou una de las mayores remontadas que se recuerdan al ceder por un histórico 6-1. Ocurrió en marzo de 2017 y un año después fue el Real Madrid el equipo que le apartó de los cuartos de final al imponerse a los galos 3-1 en el Santiago Bernabéu y 1-2 en París.
Tan contundentes decepciones dejaron tocado a Emery, quien de una vez por todas ha conseguido situarse a las puertas de unas semifinales que intentará alcanzar apostando a todo o nada en la Champions con la consiguiente factura en LaLiga. El Villarreal, no en vano, suma tres derrotas en las cuatro últimas jornadas ligueras con la exhibición a domicilio ante la Juventus (0-3) entre medias. Si bien el trasatlántico italiano salió goleado de su propio estadio en el encuentro de vuelta de los octavos de final de la Champions celebrado el pasado 16 de marzo en Turín, equipos mucho más asequibles sobre el papel como Osasuna (1-0), Cádiz (1-0) y Levante (2-0), los dos últimos de manera consecutiva, han logrado sorprender a los castellonenses.
LOS NÚMEROS
El Athletic será el siguiente en intentar sacar tajada de la distracción europea de los amarillos. Emery, así las cosas, tiene una doble tarea en una semana de gran relevancia para el Villarreal, que salió derrotado de San Mamés por 2-1 en el encuentro que midió a ambos equipos en la primera vuelta liguera el pasado 23 de octubre. Sendos zarpazos de Raúl García e Iker Muniain sirvieron para dejar los tres puntos en Bilbao y evitar que el técnico de Hondarribia obtuviera premio alguno contra el quinto equipo ante el que más veces se ha medido desde que debutó como entrenador.
El balance de Emery en sus veintidós encuentros frente a los leones es de diez victorias, siete empates y cinco derrotas, siendo a su vez Marcelino García Toral el segundo técnico al que en más ocasiones ha tenido enfrente con un saldo de diez triunfos también, dos empates y seis derrotas. El sábado, tras el desafío de esta noche contra el Bayern Múnich, el Athletic y Marcelino volverán a cruzarse en el camino del guipuzcoano.