Las tormentas siguen sin dar tregua al campo navarro. El pasado domingo por la tarde una intensa lluvia descargó en la Baja Montaña en pocos minutos, en pueblos como Eslava, Ayesa, Sada, Aibar o Sangüesa, e inundó superficies de cultivo. La tromba de agua perjudicó el suelo de las viñas formando un barro que ha obligado a retrasar el inicio de la vendimia en esta zona de Navarra, que estaba prevista en algunas localidades para este lunes 18 de septiembre.
En puntos muy concretos cayó pedrisco, pero predominó el agua, por lo que la uva de la Baja Montaña no sufrió los daños que sí padecieron parcelas de las localidades de Fitero, Cintruénigo y Corella, que no se libraron de la virulencia del pedrisco en la madrugada del domingo 10 de septiembre.
Agroseguro ha registrado ya 200 hectáreas perjudicadas por este fenómeno meteorológico en la Ribera. En cambio, el episodio de este fin de semana ha obligado a los agricultores a aplazar el comienzo de la recolección de la uva.
Entre 60 y 70 litros por metro cuadrado
El presidente de UAGN, Félix Bariáin, también viticultor de Eslava –pueblo afectado por la intensa lluvia de este domingo– indica que “habrá que esperar unos días para que el suelo se seque y así poder entrar con la máquina o los vendimiadores que deben recogerlas a mano”. En un principio, las previsiones meteorológicas pronostican cierzo –viento seco y frío– que puede favorecer ese inicio de la campaña en la Baja Montaña. “Hubo una primera tormenta a las 15.00 horas y otra hacia las 16.00 y en poco tiempo cayeron entre 60 y 70 litros por metro cuadrado. Esa cantidad en tan poco tiempo provoca agravios importantes, en el caso de Eslava, sobre todo en infraestructuras, como los caminos de acceso a los campos, de reciente construcción con motivo de la concentración parcelaria”, detalla Bariáin.
Las previsiones
A principios de mes, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Navarra (DO) anunció en la Fiesta de la Vendimia que prevé una campaña de 67 millones de kilos, un 10% más que el año anterior. Sin embargo, después de ese cálculo se han producido episodios que pueden repercutir en ese pronóstico.
El pedrisco de la semana pasada en la Ribera dañó 200 hectáreas de vid, en una zona en la que habían recogido en ese momento apenas entre un 10% y 15% de cosecha.
Entre enero y hasta el 1 de septiembre, Agroseguro había recopilado partes de siniestros en uva de vino en Navarra que englobaban casi 4.000 hectáreas indemnizables.
Según el departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, el número de hectáreas de viña en Navarra asciende a 16.774, de las que 9.498 corresponden a la DO Navarra, 7.156 a la DO Rioja, y 120 a otros vinos.
Muy localizado
Las tormentas del domingo que afectaron de manera considerable en la Baja Montaña, también liberaron granizo en parcelas muy localizadas, en términos entre Sangüesa y Aibar. En esos puntos, algún campo de legumbre y huertas sufrieron la violencia del pedrisco, informaron agricultores de esta zona. Las fuertes lluvias perjudicaron, principalmente, las viñas, ya que se trata de un área geográfica con muchas hectáreas de cereal ya cosechadas en el verano.
“ ”
Bariáin insiste en recordar que el agua “ha destrozado caminos” y que habrá que establecer la cuantía económica de esos daños para intentar acceder a ayudas públicas y arreglarlos. “Las acequias están sucias con vegetación silvestre y de otro tipo que evitan que estos canales cumplan su función, la que discurra el agua por ellos. De esta forma, aunque la lluvia cayó con intensidad en un breve espacio de tiempo y, a veces, resulta imposible que estas acequias canalicen tal volumen de agua, esta maleza no ayuda a ello, y provoca su desbordamiento y afecciones en los caminos”, detalla.
De esta forma, los diferentes consistorios afectados de la Merindad de Sangüesa tendrán que hacer el cálculo de los desperfectos ocasionados por este fenómeno meteorológico.