El Teatro Gayarre acoge desde este jueves y hasta el domingo seis funciones del musical El guardaespaldas, que traslada a un escenario la conocida película y "pone a bailar" al público con una trama y unas canciones en las que se reconocen.
Con Morris Faccin como director residente, el catalán Octavi Pujades como el guardaespaldas y la cubana Luna Manzanares como Rachel Marron sostienen la versión en este formato en el que "el espectador puede disfrutar de lo que recuerda", ya que la película que inmortalizaron Whitney Houston y Kevin Costner es la referencia, si bien en el montaje hay más números musicales, extraídos de la discografía de la cantante estadounidense.
Es "como si fuera un concierto", ha explicado Faccin en rueda de prensa, en la que ha avanzado una escenografía ubicada en cuando a vestuario en los años 90, "un poco vintage" y con "cosas tan sorprendentes como efectos láser y pirotécnicos", por lo que sobre el escenario son 20 actores "pero como mínimo hay 30 técnicos".
MÁS HUMOR Y DANZA
Según ha señalado Morris Faccin, de los 15 temas que conforman el montaje 13 son interpretados por Luna Manzanares, lo que da cuenta de la exigencia del papel de esta actriz y cantante cubana que se estrenó en España con el musical Tina y ahora, tras un "exhaustivo proceso de selección", ha tenido la "suerte" de recoger el testigo en este papel a otras relevantes compañeras.
Esa felicidad es "algo agridulce", ha dicho por haber llegado "en la última racha" del montaje, "un musical muy noble de hacer, con mucha carga vocal para mi personaje pero que hago con un orgullo tremendo", y que el público acoge con especial gusto por la referencia con la película, con la que hay "pequeñas y sutiles diferencias" pero que la completan porque son toques de más humor y danza.
En cuanto a esa constante comparación con la película, la cantante ha advertido de que "hay un hilo muy fino entre ser imitadores y ser intérpretes, y un musical no busca imitar sino representar", por lo que "hay que buscar en tu propia caja de herramientas tus recursos, encontrar la esencia de ese personaje en ti misma", aunque "también debes tener alguna similitud estilística".
"UNA CATARSIS" EN VIVO
Manzanares ha reconocido que hay que ser "un poco atleta vocal" por la exigencia de este papel y su constante protagonismo, lo que le obliga fuera del escenario y e su día a día "a descansar y dormir mucho y también a hacer ejercicio, porque las cuerdas vocales son músculos". "Buena dieta, preparación física y buena técnica", ha resumido.
También ha elogiado a "supercompañeros" como Octavi, "un animal de las tablas" que permite esa "química" que da un plus a sus personajes sobre el escenario.
Por su parte, Octavi Pujades ha relatado los avatares por los que ha pasado el montaje, del que forma parte desde prácticamente sus inicios en 2019, que se vio abocado al parón en 2020 por la pandemia incompatible con las restricciones para un espectáculo de este tamaño, y que "por fin" llega a Pamplona.
"Es una historia que todos conocemos, pero es más", ha dicho en referencia a su innegable y necesaria vinculación con la película, pero que en formato de teatro gana con bailes, coreografías, efectos y especialmente con la interacción durante dos horas con el público, "una catarsis".
"Es una experiencia única, los musicales aportan ese plus", ha dicho el protagonista, quien ha invitado "a todo el mundo a ver un musical con la particularidad de ser una historia que todo el mundo conoce, con canciones que en su juventud todo el mundo ha bailado" y que tiene "un fin de fiesta por todo lo alto".