El Helvetia Anaitasuna regresa a una fase final de la Copa del Rey después de dos años y lo hace en Antequera (Málaga), donde este viernes comienza su periplo en el torneo ante el favorito y vigente campeón, el Barça, que buscará su noveno título consecutivo. El enfrentamiento, correspondiente a los cuartos de final, se jugará a partir de las 19.45 horas y será retransmitido por LaLigaSportsTV, RTVE Play y Teledeporte.
El equipo navarro es perfectamente sabedor de la dificultad que entraña jugar ante el rival que está llamado a adueñarse del trofeo, que no parece tener oponente en la competición doméstica y que cuenta con una amplia plantilla de una calidad inmensa, forjada para alzarse con todos los títulos en juego. Pero eso no frena a un Helvetia Anaitasuna que ha preparado a conciencia el encuentro durante dos semanas, que se motiva aún más si cabe ante las adversidades y que tiene puestas en la Copa del Rey todas sus ilusiones, ya que el premio adicional que otorga este torneo en forma de plaza europea es muy anhelado.
Los de Quique Domínguez se plantan en la Copa en un momento dulce. Las tres victorias consecutivas en la Liga, antes del parón, supusieron una inyección extra de moral. Una confianza que también otorga el hecho de haber recuperado a una pieza clave en el ataque como es Ander Izquierdo, después de tres meses y medio lesionado. Sin olvidar, además, que algunos de sus jugadores como Juan del Arco, Ibai Meoki, Antonio Bazán o Carlos Chocarro atraviesan un extraordinario estado de forma y de juego, y que el paréntesis les ha permitido coger un aire más que necesario después de asumir muchos minutos en la pista por las bajas del equipo.
En cuanto al rival, el Barcelona de Antonio Carlos Ortega sigue mostrando un potencial extraordinario y el regreso del extremo esloveno Blaz Janc sólo añade más calidad y banquillo –extenso ya de por sí– a una plantilla que luce lo mejor en cada puesto. Desde Gonzalo Pérez de Vargas en la portería, pasando por un extremos rapidísimos como Aitor Ariño, Ángel Fernández y Aleix Gómez, sin olvidar unas primeras líneas como Dika Mem, Cindric, Melvyn Richardson y demás compañía.
Con todo, y sin restar un ápice de superioridad, el Barcelona ya no es aquel rodillo que aplastaba sin miramientos a su contrincante. Así lo confirman, por ejemplo, sus últimas victorias en la Liga, más ajustadas de lo habitual, como la del Fraikin Granollers (37-33), el Bidasoa Irun (31-28) o el Incarlopsa Cuenca (26-29).
El Helvetia sabe que deberá completar un partido perfecto, sin fallos, para poder imponerse al Barça y seguir soñando en la Copa. Pero, en un torneo de estas características, las sorpresas están a la orden del día y a eso se agarran también los navarros.
"Siempre hay una opción"
No era el rival que Quique Domínguez –ni nadie– quería, pero es el que tocó en el sorteo y contra el que habrá que jugar. El entrenador del Helvetia Anaitasuna reconoce que el Barcelona "es muy favorito", pero "no sólo contra nosotros", sino también "en la competición", si bien irán a por todas. "Afrontamos el partido como cualquier otro. Hemos tenido casi dos semanas para prepararlo e iremos a jugar ante un rival que sabemos de su potencial, de su enorme y numerosa plantilla. Pero siempre hemos dicho que la Copa es una competición que nos ilusiona y queríamos estar hasta el final. Nunca dijimos que si nos tocaba el Barcelona nos bajábamos del torneo, así que vamos a competir, a disputar y a hacer nuestro papel", constata.
El técnico gallego está plenamente "convencido desde hace mucho tiempo" de que un buen resultado ante los azulgranas "es posible". "Yo he tenido la suerte de haber podido ganarle al Barça en dos ocasiones. Una como jugador y la otra como entrenador. Así que ya sé lo que es ganarle a un equipo muy potente, muy fuerte, que también dominaba en España y en Europa. Al famoso Dream Team que dirigía Valero Rivera", recuerda. "Siempre hay una pequeña opción, una mínima posibilidad y a eso hay que agarrarse", afirma un Domínguez que insiste en que "la dificultad es muy grande, porque es un equipo con una de las mejores plantillas de Europa y del mundo. Pero, a partir de ahí, hay que plantarse convencidos".
Esa convicción que él atesora también se la ha trasladado a sus pupilos. "He notado a mis jugadores que se lo creen. Escucho a los veteranos, que dicen que si hay una posibilidad es en el primer partido de la fase final, porque luego con el cansancio y la exigencia de jugar tres partidos en tres días, una plantilla corta como la nuestra y mermada por las lesiones puede acusar mucho más el esfuerzo".
Como fórmula para dar la sorpresa en la Copa, Domínguez sostiene que los azulgranas "no tienen que tener su mejor día y nosotros hacer un gran partido en todas las facetas del juego. Es evidente que si ellos están muy bien y su portería está al altísimo nivel que está, las posibilidades se ven reducidas. Pero si no tienen el día y nosotros estamos bien, con ese nivel de intensidad, de convicción y con el mismo ritmo que en los últimos partidos, habrá opciones. Y a ellas hay que agarrarse", concluye.