El Helvetia Anaitasuna se elimina solo

El Helvetia Anaitasuna no jugará la fase final de la Copa del Rey. No estará en la cita de Santander en mayo. El equipo navarro quedó apeado ayer del torneo tras caer en casa ante el ABANCA Ademar León por un doloroso 27-28 en un partido que literalmente echó por tierra. Que inexplicablemente dejó escapar después de ir ganando por seis goles al descanso. Una historia que se repite, demasiado ya, esta temporada y a la que no se sabe escribir el punto y final.

Anaitasuna se eliminó solo. Esa es la realidad. En vez de matar un partido que tenía encarrilado en juego y en resultado, se estrelló contra un parcial de 1/7 en el inicio de la segunda parte que no supo gestionar. Que lo superó. Entró en bucle, cometió errores y acabó topándose con un Ademar que poco a poco fue creyendo que podía ganar. Y así lo hizo.

En el primer período el Helvetia mostró su mejor cara. Con una buena defensa, un ataque certero y un Marcos Cancio que acompañaba en la portería, fue haciéndose el dueño del partido. El acierto de Antonio Bazán desde los seis metros junto al demoledor lanzamiento exterior de Pereira fueron claves en la faceta ofensiva para que Anaitasuna engrosase el marcador. A ello se le unía una buena retaguardia, capaz de recuperar balones y no dejar pensar a un Juan Castro que lo intentaba, pero al que no le salían las cosas. Algo que cambiaría en la segunda mitad. Ni siquiera variando la defensa a 5/1 lograba el Ademar frenar a los navarros, que se iban a los vestuarios con un 16-10 a su favor.

El guion de la eliminatoria cambió por completo en la reanudación. Los de Manolo Cadenas salieron en vendaval, con la remontada como único objetivo, y los goles de Castro, Santista y Deividas Virbauskas pusieron un 0/5 de parcial de primeras que obligó a Quique Domínguez a pedir tiempo muerto. No reaccionó mucho su equipo, que veía cómo el Ademar empataba el partido (17-17, m.37) después de un parcial de 1/7 tras el paso por los vestuarios.

Los leoneses empezaron a resurgir, en buena medida gracias a un mayor protagonismo de Juan Castro, certero desde los 7 metros, y del meta Saeid, que hasta entonces había cuajado una discreta actuación.

Había mucho en juego en Anaitasuna y los nervios empezaron a aflorar. Tras una exclusión de Juan Castro por coger el balón e impedir que la defensa navarra lo pusiera en juego el encuentro empezó a tensionarse y a entrar en un bucle de exclusiones y de cruces de palabras sobre la pista. Esto acabó por desconcentrar a un Helvetia que intentaba reconducir la situación, que volvió a coger ventajas de dos goles, pero las perdía. Santista, en el m.54, adelantaba por primera vez a los suyos (24-25) y el Ademar ampliaba la renta a tres tantos. Bazán y Pinto acortaron, pero los leoneses, liderados por Castro en este tiempo, estaban lanzados a por la victoria. Y la consiguieron.