El Helvetia se mete en un bucle

El Helvetia Anaitasuna está viviendo en sus carnes la dureza de una competición igualada a más no poder, donde cualquiera es capaz de ganar a cualquiera, sin tópicos que valgan. Donde salvo el de siempre, el Barcelona, el resto de los equipos no está exento de llevarse un revolcón inesperado y de perder un partido por detalles de lo más nimios, capaces de decantar la balanza. De ello son perfectos conocedores los navarros, que este sábado encadenaron su tercera derrota en la Liga tras caer por la mínima de nuevo ante un colista, el Frigoríficos del Morrazo (24-25), que acabó por llevarse su segunda victoria de la temporada.

Otra vez los errores, los pases que no llegan a su destinatario, los balones que se pierden en el ataque, los tiros que se van fuera y, también hay que decirlo, un portero descomunal como el veterano Javi Díaz –firmó 13 paradas– condenaron a la derrota a un Helvetia tenso y ansioso por momentos durante el partido, sobre todo en la segunda parte.

A todo ello, además, hay que añadir un problema que está lastrando en exceso esta campaña: las lesiones. A la ausencia de Arthur Pereira y de Ander Torriko, esta última para largo, se une ahora la de Edu Fernández, que con problemas en un gemelo estará fuera de las pistas dos o tres semanas en principio. Sin un lateral zurdo nato, Quique Domínguez tuvo que reinventar una primera línea a la que ya ha vuelto Xavi Castro, que no jugó en Irun, y que se quedó sin Ibai Meoki en la segunda mitad al ver la roja tras su tercera exclusión.

Anaitasuna sabía de la importancia de la cita y de la dificultad de enfrentarse a un equipo peligroso a más no poder como el Cangas, que llegaba a Pamplona como farolillo rojo. Exactamente igual que el Puente Genil, contra el que perdió también dos semanas antes. Los de Domínguez salieron mentalizados, con una gran baza en la portería como Juan Bar que detuvo hasta tres lanzamientos desde los siete metros durante el choque. En total, el portero argentino realizó 13 paradas. Apoyado en una buena defensa y con un ataque certero, el Helvetia se colocó con un 4-1 en el marcador (m.9), lo que obligó a Nacho Moyano a pedir tiempo muerto. Su equipo llevaba seis minutos sin marcar.

Del Arco (i), que volvía ayer a Pamplona, defendido por Bazán. Iñaki Porto

Con todo, el conjunto navarro no aflojó, siguió llevando la iniciativa en el marcador, al menos hasta mediada la primera mitad, cuando la exclusión de Joao Pinto fue perfectamente aprovechada por los gallegos para acortar distancias en el luminoso. Con la complicidad de los goles de Juan del Arco, que ayer regresaba a La Catedral, el Cangas reducía la brecha y lograba empatar el encuentro a falta de seis minutos para el descanso (10-10). Un 0/3 de parcial llevó a Domínguez a parar el choque y recomponer la situación. Martín Ganuza respondió con su efectividad y Anaitasuna se iba con un 13-11 a los vestuarios.

Cangas necesitaba ganar y con esta intención saltó a la pista azul en la segunda mitad. Los goles de Simes y de Brais González volvían a equilibrar el partido y Santi López ponía a los cinco minutos por segunda vez a los gallegos –la primera fue al inicio– por delante en el marcador (13-14).

El Helvetia empezaba a atascarse, con pérdidas de balón arriba que empezaban a denotar nervios y malos recuerdos. Los navarros permanecían seis minutos y medio sin marcar, mientras que el equipo de Moyano aprovechaba los errores de su rival.

Con el 20-19 (m.46), Meoki era descalificado tras su tercera exclusión. Un nuevo contratiempo que el equipo notó. Las alternancias se iban sucediendo, con un Cangas muy lanzado a por el triunfo. Con el 24-24, Javi Díaz le sacó un balón con el pie en el último minuto a Bazán que pudo ser el triunfo, pero este finalmente se fue del lado gallego cuando Brais González sí aprovechó ese último ataque para dar los dos puntos a su equipo.