El héroe de Jaén ya no volverá a atemorizar a las defensas rivales con su pujanza. Tras casi dos décadas como futbolista profesional, Guzmán Casaseca, que defendió los colores del Deportivo Alavés durante dos temporadas (2012-13 y 2013-14), ha decidido colgar las botas e incorporarse a la dirección deportiva del Badajoz.
Guzmán, de 36 años, se formó en las categorías inferiores del conjunto blanquinegro y fue subiendo escalones hasta ser parte del primer equipo extremeño. Posteriormente, antes de su llegada a la entidad de Mendizorroza de la mano de Javier Zubillaga, pasó por diferentes clubes del ámbito nacional como el Mallorca, el Xerez, el Córdoba, el Castellón o el Ceuta.
Bajo las órdenes de Natxo González, el extremo pacense fue parte de la plantilla del Alavés que logró el deseado ascenso a Segunda y también, un año después, de la que –con Alberto López en el banquillo– aseguró la permanencia en la División de Plata. En total, disputó 76 partidos con la elástica albiazul y anotó 13 dianas.
No obstante, pese a que todos esos goles fueron relevantes, hay uno que aún permanece en la retina de todo el alavesismo. El 7 de junio de 2014, cuando el Glorioso se disponía a descender a Segunda B frente al Real Jaén en el estadio de La Nueva Victoria, la cabeza de Guzmán apareció para marcar en el minuto 93 el tanto de la salvación (2-3).
Ese mismo verano, con el trabajo más que hecho, dejó Vitoria-Gasteiz y se marchó a la UD Las Palmas. Más tarde, jugó también en el Real Valladolid. Finalmente, después de tres cursos como blanquivioleta, regresó a su casa para sumarse al proyecto del Badajoz, donde ha permanecido desde 2017.