El hogar del jubilado Erdialde que, con unos 4.000 socios es el mayor de Donostia y de toda Gipuzkoa, ha dado este martes un paso adelante para mejorar su situación de accesibilidad. La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Donostia ha aprobado el concurso para redactar un proyecto que permita hacer accesible a todas las personas el sótano de esta sede, una de las tres plantas de las que consta la instalación, que carece de buenas conexiones para las personas con dificultades de movilidad. Donostia cuenta con una veintena de hogares del jubilado repartidas por los barrios.
El local de la asociación de mayores del Centro, ubicada en la calle Idiakez, es propiedad de la Tesorería General de la Seguridad Social, según recordó el alcalde, Eneko Goia, que añadió que la cesión es permanente mientras el espacio siga dedicado a dar servicio a jubilados y pensionistas. El resto del edificio ha sido vendido y en la actualidad acoge obras para ubicar viviendas en él.
La obra de accesibilidad se llevará a cabo gracias a una conexión por un local adjunto de 55 metros cuadrados, que es propiedad de la Diputación, que lo cedió hace tres años precisamente para este cometido. Como en otros casos, la pandemia ha retrasado la puesta en marcha de una acción contemplada hace tiempo.
La redacción del proyecto para adecuar a las actuales normativas el hogar Erdialde sale a concurso por 78.650 euros. El plazo de ejecución de la obra se prevé en 14 semanas.
No es la primera vez que el Ayuntamiento utiliza un local adjunto para mejorar la accesibilidad de un hogar del jubilado. Sucedió lo mismo en el de Intxaurrondo Zaharra, donde también había escalones que impedían un accesibilidad universal. En concreto, el Consistorio compró dos locales en Intxaurrondo para mejorar Aitonen Etxea, en paseo de Txaparrene. Ambos espacios sumaban 156 metros cuadrados y costaron 245.000 euros. Tras su incorporación a la sede de los mayores, se pudieron eliminar las barreras arquitectónicas.