Restos del maxilar y cinco dientes de un homo erectus datados en algo más de 1,6 millones de años pueden pertenecer a uno de los primeros seres humanos que colonizaron la superpoblada China actual.
En un nuevo estudio publicado en Journal of Human Evolution, un equipo internacional con participación de científicos españoles del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) emplearon técnicas de micro-CT, morfometría geométrica y morfología clásica para indagar sobre estos restos del yacimiento chino de Gongwangling, que posiblemente es el fósil humano más antiguo de China.
Este yacimiento se localiza en las vastas llanuras situadas en la ladera norte de las montañas de Quinling (provincia de Shaanxi, centro de China) y fue descubierto en 1963 por el científico Woo Ju-Kang. La antigüedad del yacimiento fue reevaluada en 2015 mediante estudios de paleomagnetismo de la región.
Según los resultados de este estudio existen similitudes entre los dientes de Gongwangling y los de otros yacimientos chinos algo más recientes: Meipu y Quyuan River Mouth; pero también cierta variabilidad, que sugiere una cierta diversidad de las poblaciones de Homo erectus que colonizaron Asia durante el Pleistoceno.
La importancia de este nuevo trabajo radica en la escasez de información sobre la colonización temprana de Asia. El yacimiento de Dmanisi (República de Georgia) ha proporcionado evidencias muy importantes sobre los primeros pobladores de Asia, que llegaron de África hace aproximadamente dos millones de años. Pero falta mucha información para conectar Dmanisi con las poblaciones de Homo erectus clásico de China (Hexian, Yiyuan, Xichuan o Zhoukoudian), que vivieron en esta gran masa continental hace entre 400.000 y 800.000 años.
"El yacimiento de Gongwangling viene a llenar este enorme lapso temporal y sugiere que Asia pudo ser poblada por sucesivas poblaciones de la especie Homo erectus en diferentes momentos del Pleistoceno", señala en un comunicado José María Bermúdez de Castro, coordinador del Programa de Paleobiología del CENIEH.
El cráneo Gongwangling presenta todas las características descritas en Homo erectus: cráneo bajo y muy alargado, de huesos muy gruesos, que protegían un cerebro de unos 780 centímetros cúbicos; frontal fuertemente inclinado, con arcos superciliares muy marcados y formando una especie de visera de doble arco encima de los ojos, parietales aplanados, que se elevan en la parte alta del cráneo formando una quilla sagital; anchura máxima de los parietales situada en la base del cráneo. El occipital de Gongwangling está incompleto, pero la reconstrucción muestra cómo este hueso gira de forma muy abrupta para formar la base del cráneo.