La adicción al alcohol, esa necesidad imperiosa de beber, es una patología que, en muchos casos, no logra obtener una respuesta aunque se inicien varios tratamientos. Ante la incapacidad para limitar su consumo, un equipo de científicos, liderados por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York, evaluó el uso de una sustancia proveniente de un hongo psicodélico que, junto a un tratamiento psicoterapéutico, mostraron resultados alentadores.
De esta manera, y de acuerdo a un informe emitido por el equipo de científicos bastarían solo dos dosis de psilocibina, el compuesto que se encuentra en los hongos psicodélicos, para reducir el consumo excesivo de alcohol en un 83% entre los bebedores cuando se combina con psicoterapia.
La psilocibina se conoce por ser el principio activo de lo que comúnmente se conocen como hongos o setas mágicas, y demostró en el primer ensayo que las personas que se sometieron a dos "viajes" de hongos psicodélicos con la ayuda de un psicoterapeuta redujeron "sus días de consumo excesivo de alcohol en un 83% durante ocho meses", mientras que quienes lo hicieron con efecto placebo redujeron su consumo en un 51%, dijo el autor principal del estudio y psiquiatra, el Dr. Michael Bogenschutz, director del Centro de Medicina Psicodélica Langone de la Universidad de Nueva York en una rueda de prensa.
Pese a los posibles buenos resultados de este compuesto alucinógeno, los expertos en salud aseguran que todavía se requieren más investigaciones para comprobar su eficacia prolongada y comprender mejor cómo funciona el cuerpo humano. No obstante y como método para continuar con la investigación, en el estado de Oregón se permitirá en los próximos meses su uso exclusivo con licencia médica.
Un hombre con problemas de alcoholismo se derrumba encima de una mesa.
Usos de la psilocibina y efectos secundarios
La psilocibina, presente en varias especies de hongos, puede provocar horas de alucinaciones vívidas. Tradicionalmente, los pueblos indígenas la han utilizado en rituales de curación y existen equipos científicos que están estudiando si puede aliviar la depresión o ayudar a fumadores a dejar el cigarrillo.
Aunque todavía no se sabe a ciencia cierta cómo funciona, los investigadores creen que este compuesto aumenta las conexiones cerebrales, y cambia la forma en la que el cerebro se organiza, al menos durante ese "viaje". "Más partes del cerebro se comunican con otras partes de este", explicó Bogenschutz.
Sin embargo, el consumo de esta sustancia también entraña riesgos, y es que algunos pacientes implicados en la investigación presentaron más dolores de cabeza, náuseas y ansiedad que los que recibieron la droga ficticia o placebo. Los efectos fueron tal, que una de las personas informó que tuvo pensamientos suicidas al probar la psilocibina.
Por esta razón, se seguirán desarrollando los análisis para determinar si un tratamiento de este tipo es seguro. Mark Willenbring, exdirector del Instituto Nacional para el Abuso del Alcohol y el Alcoholismo, dijo al respecto: "Es tentador, absolutamente. ¿Se necesita más investigación? Sí. ¿Está listo para una gran audiencia? No".