La jornada de votación de las alcaldías se acerca y comienzan a decantarse las alianzas, aunque todavía queda un buen número de incógnitas que despejar. Este sábado serán elegidos un total de 251 alcaldes y alcaldesas en la CAV, y a día de hoy las calculadoras siguen echando humo. En Araba hay mucha expectación, aunque el PNV ha avisado de que nada de lo que suceda en sus municipios debe tener una lectura en clave nacional. En Bastida y Guardia, dos alcaldías donde el PP ganó las elecciones y quiere que se le deje gobernar, el PNV avisa de que la decisión queda en manos de las ejecutivas municipales y de la alavesa. No habrá un pacto nacional de no agresión con el PP, aunque PNV y PSE necesiten sus votos en plazas como Gasteiz. De hecho, los propios populares han reconocido que sus votos los darán gratis con tal de desalojar a EH Bildu y no se tomarán la revancha por Guardia y Bastida.
La socialista Maider Etxebarria será alcaldesa de Gasteiz pase lo que pase en Bastida y Guardia y, además, el horario fijado dificulta que el PP actúe por despecho, algo que de todos modos ya había descartado. Ya se conocía que la votación en Gasteiz sería a las 9.00 horas, lo que permitirá votar en primerísimo lugar sin dar opción a que el desenlace en Guardia y Bastida pueda influir en algún sentido. Ayer se supo que los plenos de Guardia y Bastida, para rematar esta situación, tendrán lugar a las 13.00 horas, es decir, cuando la proclamación de Etxebarria en Gasteiz sea irreversible. Por ello, la vendetta es imposible.
El PNV podría recibir los votos del PP para desbancar a Bildu de Zigotia, Kuartango y Oion, y para lograr también Ribera Baja. Estos plenos serán igualmente temprano. En ámbitos cercanos al PP se toma ya esta escaleta de tiempos como un indicativo de que el PNV le disputará las alcaldías, aunque en Bizkaia también se madrugará en la mayoría de sus más de 100 municipios y parece algo bastante común. Eso sí, el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, volvió a negar en ETB-1 que su partido negocie con el PP por Bastida y Guardia. Y lo que es innegable es que, buscado o no, la revancha del PP es inviable, salvo que en las próximas horas se hagan públicos los sentidos de voto antes de tiempo.
La pompa y boato que le está dando el PP a su cordón sanitario a la izquierda abertzale por razones éticas va a plantear alguna situación de difícil digestión para el PNV. Por ejemplo, en Durango, Miguel Ángel Rodríguez, el jefe de gabinete de la presidenta popular de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, respaldará la toma de posesión del popular Carlos García, que va a dar sus votos a la jeltzale Mireia Elkoroiribe para arrebatar la alcaldía a Bildu, primera fuerza.
En Bizkaia, un puñado de ayuntamientos oscila entre el PNV y EH Bildu. El candidato de la coalición abertzale en Gernika-Lumo, José Ramón Bilbao, por ejemplo, vaticinó en declaraciones a Efe que va a liderar un gobierno en minoría y alcanzará acuerdos con la oposición para sacar adelante proyectos compartidos. Pero este escenario solo sería posible si el actual alcalde en funciones, José María Gorroño, empatado con él en número de escaños, no alcanzara ningún compromiso con el PNV para desbancar a EH Bildu, extremo que no confirman fuentes jeltzales a este periódico. La suma sigue dando y todo está abierto hasta el sábado.
Tampoco está nada escrito en los municipios donde ganó el PNV pero puede ser desalojado, como en Zalla, donde empató con Zalla Bai, y EH Bildu no termina de destapar sus cartas. En Mundaka y Bermeo el PNV tampoco da por hecha su alcaldía. Donde el debate ha quedado cerrado ya es en Arrigorriaga, porque EH Bildu ha llegado a un acuerdo con dos plataformas que permitirá a Maite Ibarra seguir como alcaldesa. En Hondarribia, tras casi cuatro décadas de gobiernos del PNV, EH Bildu ha decidido dar su apoyo a Abotsanitz, la lista más votada, para que gobierne.
Gipuzkoa
El PP y la Mesa de Juntas. La candidata de EH Bildu a la Diputación de Gipuzkoa, Maddalen Iriarte, acusó ayer a PNV y PSE de hacer un pago al PP porque, según dijo, la jeltzale Eider Mendoza le ha trasladado que el PP tendrá un asiento en la Mesa de las Juntas. “El apoyo del PP nunca es gratis”, dijo en Twitter. En 2019, se le dio un puesto a Podemos con una presencia de cuatro escaños y como cuarta fuerza. El PP es ahora la cuarta, con tres junteros en total.