El Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos-Gogora acogió ayer lunes por la tarde en Bilbao el acto de presentación del libro ETA: la memoria de los detalles, del periodista Joseba Eceolaza, que refleja “el acoso” y el “horror” sufrido por las víctimas de la organización terrorista “antes, durante y después” de los atentados. “Sacar a la luz estos detalles, aunque cansemos, es parte de la acción restaurativa”, remarcó el autor.
Acompañaron a Eceolaza en el acto Aintzane Ezenarro, directora de Gogora, y Josu Elespe, hijo de Froilán Elespe, concejal de PSE de Lasarte, asesinado por ETA en marzo del 2001.
El libro, prologado por Marta Buesa –hija de Fernando Buesa–, ahonda en los pequeños detalles que rodean los atentados de ETA y que permiten dimensionar “el alcance del clima de acoso” sufrido por las víctimas de la organización terrorista.
En palabras del propio autor, hablar de estos detalles “tiene un poder pedagógico enorme”. A este punto se refirió también Aintzane Ezenarro, que considera que “sacar a la luz estos detalles aflora, más si cabe, la cultura del odio” que se ha vivido en Euskadi. “Nos permite reflexionar sobre la convivencia: de qué forma y quién la rompió, y cómo contribuir a reconstruirla”, subrayó. Asimismo, consideró que es un libro muy apropiado “para que los jóvenes se acerquen a este tema”.
Deslegitimar la violencia
Por su parte, el autor insistió en la necesidad de analizar la violencia para tratar de deslegitimar los discursos que la justifican o la enaltecen. “Muchas veces la violencia nos la explican como una causa generosa practicada por hombres generosos. Pero la violencia solo es un trauma, para quien la recibe lo primero, pero también para quien la ejerce”, explicó.
A su juicio, describir la “crueldad” que supone el ejercicio de la violencia “desmonta muchos de los argumentos mitificadores” en su favor. “No solo ayuda a conectar con las nuevas generaciones, sino que ayuda a transmitir que la violencia nunca tiene ningún sentido y que embrutece a quien la ejerce, pero también a quien la defiende”, concluyó Eceolaza. – NTM