Xavi Hernández fue un tifón para las ilusiones del Athletic. Como jugador se impuso en las cuatro finales que disputó contra los leones. Conquistó la Copa y la Supercopa de 2009, y las ediciones de la Copa de 2012 y 2015, cuando alzó al viento una bandera rojiblanca. Ahora se enfrenta al conjunto bilbaino por primera vez como entrenador, y lo hará con la posibilidad de arruinar la progresión de los leones en el torneo del K.O. Pese a los malos recuerdos dejados para la memoria de los athleticzales, el de Terrassa siempre ha mostrado un discurso amable con el club bilbaino, hasta el punto de que dijo sentir "lástima de no haber podido jugar en el Athletic".
"De San Mamés solamente puedo tener buenos recuerdos. Siempre me han tratado de maravilla, me he sentido casi como si estuviera jugando en casa, e incluso más muchas veces", manifestó en una entrevista concedida a la UEFA. Incluso, recomendó visitar Bilbao y San Mamés, "porque se unen muchas cosas". "Es una maravilla cómo me ha tratado la gente cuando he ido por las calles de Bilbao. El cariño que me han dado es extraordinario", agradeció, como también lo hizo evocando sus visitas a San Mamés, donde recuerda fue "ovacionado cada vez" que fue sustituido durante un partido.
"Es un campo muy noble donde siempre he sentido un respeto y una admiración tremenda. Tengo muy buen recuerdo de San Mamés. Es un ambiente futbolístico extraordinario de nobleza y de puro fútbol. El ambiente que se respira es un espectáculo", describió. Esta vez acudirá como técnico, situación desde la que tratará de minar las ilusiones de un club y una afición a la que siempre ha ensalzado.