Al IDK se le van agotando las oportunidades. Aunque depende de sí mismo para celebrar la permanencia, no puede despistarse más en el tramo final de esta competición porque tiene al Celta, penúltimo clasificado y equipo que marca el descenso, a una victoria.
Hoy no parece el día más adecuado para sumar un triunfo y es que recibe en el Gasca (18h.) al Valencia, líder de la competición y dueño de una excelente plantilla. Sin embargo, cualquier partido aparece como una opción de respirar, de coger aire para dejar atrás una situación muy delicada como la que vive el IDK en la actualidad.
La temporada está resultando de todo punto muy complicada para las guipuzcoanas, muy lejos de los objetivos que se marcaba el club en el inicio. Su última derrota, el pasado fin de semana en casa y ante un enemigo directo como el Araski, ha hecho mucho daño en la moral de las jugadoras, más por la forma en que se produjo, en los últimos segundos y con un triple visitante cuando parecía que la victoria se iba a quedar en casa.
Hoy no parece el día más adecuado porque su rival se está jugando la primera plaza, pero las de Azu Muguruza no están en situación de elegir. Intentar con todas las fuerzas esquivar la lógica y ganar es el único reto.