El IDK Euskotren partió ayer hacia Girona para enfrentarse hoy al conjunto local, a partir de las 20.00 horas, con la intención de que no se trate del último partido de la temporada. El conjunto guipuzcoano necesita ganar por seis puntos o más, o incluso por cinco si los guarismos son más elevados que los del partido de la ida de los cuartos de final, disputado el pasado domingo en el polideportivo Gasca con un resultado de 56-61. De conseguirlo, el cuadro donostiarra protagonizaría una de las mayores de las gestas del club.
María España, una de las capitanas del IDK, declaró antes de viajar a tierras catalanas "que el equipo está motivado, porque ese es el espíritu del IDK Euskotren, que, al perder de cinco puntos, la eliminatoria está abierta y que nos vemos con posibilidades y con ganas de dar la vuelta al resultado"
La alero mallorquina también expresó que las jugadoras de la escuadra guipuzcoana "ya han demostrado durante la temporada regular que pueden competir con cualquiera y que el Spar Girona puede hacer un mal partido y nosotras ganar"
La jugadora del IDK reconoció que, ante la posibilidad de que este sea el último partido, "el viaje a Girona es un viaje especial y emocional y un poco triste porque se acaba, ya que hemos hecho un grupo increíble que nos llevamos muy bien dentro y fuera de la pista".
Por este motivo, pase lo que pase, en su opinión, el orgullo de este equipo debe quedar intacto. El dicho de "la fe mueve montañas", a su juicio, se debería aplicar a un grupo que ya está acostumbrado a luchar contra gigantes y a plantarles cara con la máxima fuerza y confianza para mover un marcador que se antoja a priori complicado.
Ánimos para el Bera Bera
Por último, María deseó suerte al Super Amara Bera Bera y animó "a todo Donostia a que vaya a apoyarlas" con el objetivo y el sueño de ganar la Copa de balonmano femenino.