Navarra

Ignacio Olite: “El II Ensanche es, en sí mismo, un sistema repetitivo que necesita singularidades para construir espacios de convivencia”

Ignacio Olite, arquitecto coautor del Plan Salesianos, considera que el nuevo desarrollo, más que ruptura, supone una “apertura” de la trama urbana
Ignacio Olite, coautor del Plan Salesianos.

El nuevo diseño del ámbito de Salesianos no es sino la búsqueda de la apertura de la trama urbana del Ensanche para la construcción de un espacio urbano abierto para los ciudadanos. El proyecto utiliza la edificación en altura como recurso para la liberación de espacio público. Lo que hasta 2019 fue el recinto cerrado del antiguo colegio y cuyo destino, si se hubiera repetido la tipología edificatoria tradicional del Ensanche, habría sido convertirse en manzanas que conformaran un espacio privado de uso exclusivo de sus afortunados habitantes, es ahora un lugar abierto en el que el espacio público ocupa un 47 % de la superficie total del ámbito.

Esta cesión a lo colectivo se consigue poniendo “edificios sobre edificios” que alcanzan una altura similar a la de otras torres del perímetro del Ensanche de Pamplona. La altura de la edificación es, por tanto, el resultado de operar con una planta baja abierta en la que las plazas y los espacios ajardinados se suceden y se articulan con la trama urbana de la ciudad. La imagen unitaria del conjunto se apoya en un diseño arquitectónico contenido, no estridente que aporta serenidad a la escena urbana. Esta unidad de diseño y materialidad ha obligado a los promotores de las viviendas a comprometerse con el espacio urbano y con la imagen de la ciudad más allá de lo habitual.

En torno a la trama del Ensanche y el encaje de Salesianos

Nos gusta pensar en el proyecto de Salesianos como un lugar de diversidad dentro de la repetición, una singularidad dentro del sistema del ensanche. El 2º Ensanche es, en sí mismo, un sistema repetitivo que necesita singularidades para construir espacios de convivencia. En el caso de Salesianos no creo que se pueda hablar propiamente de una ruptura, sino de una apertura de la trama a través del espacio urbano que refuerza el trazado existente. Si se mira con detenimiento, el ámbito está rodeado por edificaciones cuyas tipologías que van desde el unifamiliar aislado hasta el bloque de 8 alturas y desde la manzana de adosados hasta el dotacional educativo que ni siquiera respeta las alineaciones edificatorias de la trama. La traza de Salesianos consolida las alineaciones, las perspectivas y las visuales del Ensanche en una zona en la que la trama está bastante diluida por la diversidad tipológica y volumétrica de las manzanas colindantes.

Si por ‘rompedor’ se entiende edificar en altura, dentro de la trama del Ensanche hay ejemplos como la Torre de la Caja Municipal

IGNACIO OLITE - Arquitecto. Coautor del Plan Salesianos

En torno a la edificabilidad

No todas las decisiones que se toman en torno al diseño de la ciudad pasan por los estudios de arquitectura. Se podría decir que la labor del arquitecto llega al final de un proceso en el que previamente han intervenido políticos, economistas, sociólogos y técnicos de diversas disciplinas. La edificabilidad asignada a un ámbito es uno de esos parámetros que establecen las administraciones públicas y se convierten en condicionantes de los proyectos de arquitectura y urbanismo. Lo que sí es objeto de proyecto es la forma en la que se organiza esa edificabilidad dentro del ámbito. En este caso, la altura de la edificación de Salesianos no es un fin en sí mismo, sino el resultado de liberar la mitad de la superficie del ámbito para la construcción de plazas y espacios ajardinados.

Javier Larraz, arquitecto coautor del Plan Salesianos. DIARIO DE NOTICIAS

En torno al Skyline de la Ciudad

Las ciudades son entes vivos que construyen su permanencia a través de transformaciones continuas. Pamplona no es una excepción. Su skyline ha cambiado a lo largo de los siglos porque han cambiado sus edificios y sus espacios públicos. Sirva como ejemplo el asombro con el que, en 2019, fue recibido el cuadro adquirido por el Gobierno de Navarra, fechado en 1640 y atribuido a Juan Bautista Martínez del Mazo, que representa la imagen que ofrecía la ciudad amurallada en su frente norte. En el cuadro se nos revela una Pamplona casi irreconocible, jalonada por torres de presencia imponente y dominante, desde la catedral hasta el actual mirador de la Taconera.

Sin embargo, esas torres, todas menos una, son torres que conocemos, que han llegado hasta nuestros días. Son las torres de San Saturnino y la torre de San Lorenzo, pero su presencia ha sido “ocultada” por el caserío del casco histórico que ha cambiado el perfil visible de la ciudad al triplicar su altura hasta hacer que las torres casi desparezcan del skyline del norte. La torre desaparecida, el antiguo campanario de la fachada románica de la catedral, fue sustituida, a finales del siglo XVIII, por las torres de la fachada neoclásica de Ventura Rodríguez y que, sin duda, debieron ser un elemento “rompedor” en el perfil que los pamploneses del SXVIII habían conocido.

En torno a las Alternativas

Al concurso de ideas del Plan Especial de Salesianos se presentaron nada menos que 68 alternativas a la ganadora, que fue elegida por unanimidad de un jurado compuesto por arquitectos, en una convocatoria abierta y anónima, en la que se valoraban, únicamente, aspectos técnicos, urbanísticos y arquitectónicos.

¿Existen otros ejemplos de urbanismo “rompedor” en otras ciudades de España?

Si por rompedor se entiende el hecho de edificar en altura dentro de una trama de ensanche, no hay que irse muy lejos. Pamplona tiene ejemplos notables. El Edificio Singular o la Torre de la antigua Caja Municipal son arquitecturas relevantes ubicadas en el 1º y 2º Ensanche respectivamente que, además, hunden sus cimientos en el recinto histórico de la ciudad amurallada.

La propia construcción del 2º Ensanche nace del acto, literalmente “rompedor”, de derribar las murallas que encorsetaron la ciudad hasta 1915 para dar paso a una ciudad moderna y con futuro. Y el eje vertebrador de esa nueva ciudad, Carlos III, viene precedido del acto “rompedor” de trasladar el Teatro Gayarre desde su privilegiada posición presidencial de la Plaza del Castillo hasta su -más modesta- ubicación actual.

¿Cree que este tipo de operaciones se deberían repetir? ¿Qué se puede aprender?

El ámbito de Salesianos, como ya se ha dicho, es una solución específica desarrollada para una ubicación y un contexto concretos, en el borde de la trama del Ensanche. No es, por tanto, repetible ni replicable. Sí es replicable, sin embargo, la articulación de los concursos de ideas (abiertos, anónimos bajo lema y con jurados de prestigio) como mecanismo de construcción de la ciudad.

¿Socialmente tiene unas connotaciones segregacionistas este tipo de viviendas de lujo?

Sería ingenuo pensar que la tipología edificatoria, manzana o torre, define el nivel socioeconómico del comprador de una vivienda. Aunque estamos convencidos de que el ciudadano aprecia cada vez más el valor añadido que aporta una buena arquitectura, es conocido que lo que tiene mayor repercusión en el valor de una vivienda es su ubicación en la ciudad. En todo caso, sí se puede decir que la apuesta decidida de Salesianos por el espacio público abierto para todos e imbricado en la trama de la ciudad lo convierte en un ámbito integrador.

11/04/2023