Las farmacéuticas Lidia Maeso (Vitoria-Gasteiz, 1999) investigadora en la Facultad de Farmacia de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), y Saioa Ugidos (Arrasate-Mondragon, 1978), farmacéutica comunitaria en Gipuzkoa, han recibido el primer y segundo premio, respectivamente, en el certamen de textos cortos que organiza FEUSE, la Asociación de Farmacéuticos Euskaldunas. Ambas recibieron el galardón en el transcurso de la Asamblea General de la asociación que, en 2025, conmemora su 30 aniversario desde su fundación hace tres décadas con el objetivo de fomentar y potenciar el uso del euskera en el ámbito farmacéutico.
En primer lugar, felicidades por el primer premio en el certamen de textos cortos de FEUSE.
–Estoy muy agradecida por haber recibido este reconocimiento. Para los investigadores e investigadoras y profesionales jóvenes, que todavía estamos empezando nuestra andadura profesional, es muy valioso sentir que nuestro trabajo sirve y gusta. Premios como este dan un impulso para seguir adelante con ilusión y motivación.
“ En un futuro, los medicamentos habrán sido evaluados en órganos artificiales ”
¿Qué significó participar en este concurso y qué te inspiró a escribir tu texto?
–Participar en este concurso, en primer lugar, ha sido un reto, porque supone salir de mi zona de confort al tener que escribir y contar una investigación tan técnica de una manera mucho más divulgativa y comprensible. Además, hacerlo en euskera ha sido un desafío añadido, porque, aunque he estudiado toda mi vida en este idioma y lo hablo con soltura, en el ámbito científico no es muy utilizado, lo que a veces dificulta encontrar los términos adecuados. Mi inspiración ha sido, sobre todo, dar a conocer el trabajo que hacemos los y las investigadoras vascas, en mi caso a través de la realización de mi tesis doctoral, y ser capaz de explicarlo de tal forma que todo el mundo lo pueda entender.

“Participar en este concurso ha sido un reto; es salir de mi zona de confort para esta investigación”.
‘Organo artifizialak: gure gorputzeko pieza berriak’ es su trabajo. ¿En qué se centra?
–Sí, mi texto se titula Órgano artifizialak: gure gorputzeko pieza berriak (Órganos artificiales: nuevas piezas de nuestro cuerpo). En él hablo sobre los avances en la creación de órganos y tejidos artificiales en laboratorio mediante ingeniería de tejidos y bioimpresión 3D. Explico el proceso de construcción de estos órganos comparándolo con la construcción de una casa, para hacerlo más accesible, y detallo los materiales, células y biomoléculas necesarios para su desarrollo. También abordo la importancia de la sostenibilidad en estos avances, los desafíos éticos que surgen con su implementación y el enorme potencial que tienen estas tecnologías para revolucionar la medicina regenerativa y salvar vidas en el futuro.
“ Es esencial promover planes de formación en idiomas, especialmente en euskera ”
Es investigadora en la Facultad de Farmacia de la UPV/EHU. ¿Cuál es su área principal de investigación y qué proyectos está desarrollando actualmente?
–Efectivamente, soy investigadora predoctoral en el grupo NanoBioCel y estoy desarrollando mi tesis doctoral en la Facultad de Farmacia de la UPV/EHU, en Vitoria. Mi área de investigación es la medicina regenerativa o ingeniería de tejidos, que, como explico en mi texto, busca desarrollar órganos y tejidos artificiales en el laboratorio. En mi caso, me centro en el desarrollo de modelos de piel, cuya principal aplicabilidad podría ser el tratamiento de úlceras o heridas crónicas, quemaduras graves e incluso melanomas cutáneos. Trabajo en la creación de sistemas bioimpresos en 3D y autoregenerables que, además de regenerar la piel, incorporan una innovación clave: la capacidad de monitorizar el proceso de curación en tiempo real y ofrecer un tratamiento adaptativo a las necesidades específicas de cada paciente.
En su opinión, ¿cuáles son los mayores retos que enfrenta la profesión farmacéutica hoy en día?
–En mi opinión, uno de los mayores retos que enfrenta la profesión farmacéutica hoy en día es la asistencialidad. Es fundamental que la sociedad nos perciba como profesionales sanitarios capacitados y accesibles, especialmente a los farmacéuticos comunitarios, quienes están al servicio de la población, siempre disponibles para resolver sus consultas relacionadas con la salud y los medicamentos. Sería ideal que pudiéramos ofrecer una farmacia más asistencial, brindando más servicios como el seguimiento de tratamientos, apoyo en la adhesión a los mismos, resolución de dudas sobre efectos adversos e incluso seguimiento en el tratamiento de enfermedades crónicas como el asma o la EPOC.
“ Participar en este concurso ha sido un reto; es salir de mi zona de confort para esta investigación ”
FEUSE tiene como objetivo fomentar el uso del euskera en el ámbito farmacéutico. ¿Por qué crees que es importante promover el euskera en esta profesión?
–Creo que promover el uso del euskera en el ámbito farmacéutico es muy importante porque el idioma materno juega un papel fundamental en la atención sanitaria. El uso del euskera en este contexto favorece una mayor comprensión por parte de los pacientes, lo que a su vez incrementa la confianza y comodidad, ya que pueden comprender mejor lo que se les dice. Además, hablar en el mismo idioma materno genera una sensación de familiaridad y empatía, lo que facilita la comunicación y reduce la incertidumbre. En este sentido, FEUSE realiza una labor esencial al unir dos aspectos clave que a menudo se pasan por alto: la promoción del euskera en la profesión farmacéutica y la divulgación científica en euskera.

Lidia Maeso en el laboratorio.
¿Cómo cree que su trabajo académico se relaciona con la práctica farmacéutica diaria?
–Más de lo que creemos. La investigación básica suele percibirse como algo lejano a la aplicabilidad clínica, pero en el caso de la medicina regenerativa, ya existen estrategias y sistemas que se están probando en pacientes e incluso algunos que han llegado al mercado. Además, la ingeniería de tejidos no solo busca crear órganos o tejidos para implantarlos en los pacientes, sino también utilizarlos para testar y acelerar la aprobación de nuevos fármacos convencionales, reduciendo así la experimentación en animales. Esto significa que, en un futuro próximo, los medicamentos que encontremos en nuestras farmacias habrán sido evaluados en órganos artificiales, permitiendo un desarrollo más rápido y eficiente de nuevas terapias.
¿Qué iniciativas consideras necesarias para seguir promoviendo el uso del euskera en la farmacia y otros ámbitos relacionados?
–Considero que es esencial promover planes de formación en idiomas, especialmente en euskera, para los farmacéuticos comunitarios. Al igual que se hace con el personal sanitario de los hospitales, los farmacéuticos deberían contar con más facilidades para el aprendizaje del idioma, ya que esto contribuiría a reforzar su rol como profesionales sanitarios cercanos a la comunidad. Además, volviendo a mi área, la investigación, sería muy beneficioso impulsar más la producción y divulgación científica en euskera, así como fomentar la organización de congresos y eventos científicos locales en nuestro idioma.
“ Uno de los mayores retos que enfrenta la profesión farmacéutica es la asistencialidad ”
¿Quiénes han sido sus principales influencias o mentores a lo largo de tu carrera?
–Mis padres siempre han sido un referente de esfuerzo y constancia para mí. En el ámbito profesional, quiero destacar a mi director de tesis, Gorka Orive, catedrático de la Facultad de Farmacia de Vitoria. Además de acompañarme y guiarme en los aspectos técnicos de mi formación predoctoral, me ha transmitido su energía, perseverancia y pasión por la comunicación científica. También me ha inspirado su enfoque de siempre apuntar a lo más alto y lanzarme hacia los retos, ya que, en el peor de los casos, siempre se aprende algo.

Lidia Maeso en el laboratorio.
¿Qué consejos le daría a los estudiantes que estén considerando una carrera en farmacia o investigación?
–Les diría que no va a ser fácil, pero que merecerá la pena. La profesión farmacéutica es muy gratificante, especialmente en el trato directo con los pacientes. En cuanto a la investigación, es un campo competitivo y exigente, pero también ofrece la oportunidad de aprender constantemente y descubrir áreas fascinantes. Mi consejo principal es que no tengan miedo a preguntar y que se acerquen a los profesores, a los laboratorios y a las empresas. Las prácticas voluntarias durante la carrera son una excelente manera de conocer las diferentes salidas del grado de farmacia, que son muchas, y de encontrar su pasión y su camino dentro de la profesión.
Mirando hacia el futuro, ¿cuáles son sus aspiraciones profesionales?
–Por el momento, estoy enfocada en mi tesis, ya que aún estoy en la mitad del camino y me quedan un par de años para terminarla. Este año, además, voy a realizar una estancia de varios meses en un laboratorio de Harvard, en Boston, ¡lo cual es todo un sueño hecho realidad para la Lidia de hace unos años y también para la de ahora! Así que, aunque mi futuro una vez sea doctora está por definir, sí que sé que me gustaría seguir vinculada al mundo de la investigación y, al menos a largo plazo, a Gasteiz.