Lo hicieron antes el resto de plataformas de televisión en streaming y ahora lo ha hecho Prime Video. Ya anunció Amazon a finales de febrero, a través de correos electrónicos, que en abril comenzaría a incluir anuncios en su servicio en territorio español (lo lleva haciendo en Estados Unidos desde finales de enero) y quien haya entrado desde este martes a Prime Video probablemente se haya topado con un mensaje en el que se cumple la amenaza.
Pagar para seguir sin anuncios
“Un cambio en Prime Video. Las películas y series incluidas en Prime ahora tienen anuncios limitados. Pásate a la versión sin anuncios por 1,99 euros al mes”, dice el mensaje que aparece y que ofrece dos opciones: “Continuar sin anuncios”, es decir, pasar de pagar 4,99 euros al mes (o 49,90 al año) a 6,98 euros por el mismo servicio que el usuario tenía hasta el momento, o “Ahora no”, lo que quiere decir seguir abonando esos 4,99 euros al mes pero asumir que a partir de ahora por cada hora de contenido tendrá que ver hasta dos anuncios de entre dos y tres minutos en total, lo cual supone un inconveniente para la experiencia televisiva aunque muy alejada de los largos bloques de publicidad que ofrece la televisión convencional.
El 80% se quedarán con publicidad
La implantación de los anuncios en Estados Unidos en los tres meses que lleva ha sido un éxito y Amazon, según encuestas de consumo, prevé que el 80% de sus usuarios seguirán con su tarifa actual (por el 25% de los usuarios que están suscritos con anuncios a Disney + o el 7,5% de Netflix), incorporando unos anuncios que pueden suponerle a Amazon un incremento de ingresos de hasta 3.000 millones de dólares (unos 2.764 millones de euros), aunque parece ser que la demanda de las empresas de anunciarse en las plataformas está cayendo y con ella también los precios que piden éstas, por lo que esa cifra prevista podría reducirse sensiblemente.
Eso sí, en España se está demostrando que la publicidad en streaming funciona. Más allá de la masiva permanencia que se espera en Amazon Prime, la prueba es que el 40% de los nuevos usuarios que se suscriben a Netflix eligen la opción con anuncios, priorizando un precio más económico aunque tengan que aguantar esas publicidades que antes no había en las plataformas. Una ausencia de anuncios que se convirtió en uno de sus grandes atractivos pero a la que han tenido que recurrir, según aseguran, para poder mantener la inversión y la calidad en sus contenidos.