El pasado sábado, Imanol Erviti recibió el cariño de los suyos, que en realidad son muchos, a modo de homenaje a su extensa carrera deportiva, que abarca casi dos décadas. Erviti ha dejado huella en el pelotón y en la afición. 19 años en la élite contemplan al navarro. Prácticamente media vida, porque Erviti cumplió 40 años el 15 de noviembre.
El exciclista, sencillo, se mostró emocionado y muy agradecido por sentir el calor del pueblo, que fue el que arrulló al Erviti ciudadano. Al acto de homenaje, que sorprendió al exciclista, llegó Erviti con los deberes hechos y el título de director profesional bajo el brazo. La puerta para el futuro que le espera.
El navarro supo antes de bajarse en su última carrera, Il Lombardia, donde cerró su vida en bicicleta como ciclista, que seguiría vinculado al ciclismo, que no deja de ser su pasión. “Un estilo de vida”, como le gusta decir cuando habla de su tránsito por el ciclismo.
En el comunicado con el que certificaba su adiós como ciclista profesional, Erviti escribió: “la vida como las carreras se compone de etapas, y dicen que cuando una etapa termina se abren nuevas oportunidades. Ahora toca coger aire, un poco de reflexión y a por ellas. Hasta pronto”. Ese mensaje era el hilo del que tirar.
Gran experiencia como ciclista
Desde entonces, Erviti, que disputó 29 grandes (13 Tours, 15 Vueltas y un Giro) y festejó tres victorias en su andadura, centró sus esfuerzos en obtener la licencia necesaria para la dirección de equipos. El navarro deseaba seguir vinculado al ciclismo.
Mientras rueda sin la presión de antaño, pero con similar entusiasmo durante las mañanas, en el Ineos, siempre con la mejora como brújula para fijar la hoja de ruta, pensaron en él. Erviti siempre fue un ciclista muy respetado y con una disciplina de trabajo asombrosa.
El Ineos piensa en reforzar la dirección del equipo con Erviti. La estructura británica, una de las más poderosas del WorldTour, quiere a Erviti como uno de sus técnicos para la próxima campaña.
Según ha podido saber este periódico, el pacto entre ambas partes está casi cerrado y sólo quedaría el anuncio oficial por parte del Ineos de la incorporación de Erviti al staff de la escuadra. Se desconoce cuál es la duración del contrato pero ambas partes, salvo sorpresa, unirán sus destinos durante los próximos años.
Reforzar la dirección del Ineos
Para Imanol Erviti, aún presente el eco del ciclista que siempre ha sido, será la primera experiencia como director. Le esperaría un estreno por todo lo alto debido a la jerarquía del Ineos en el pelotón y por los medios que dispone el equipo. El reto se presume importante para el navarro, siempre dispuesto a aprender.
Si bien necesitará hincar los codos para trasladar su sabiduría, Erviti encaja en ese perfil. Deberá aprender, aunque detallista, autocrítico y estudioso como es, no cabe duda de que se ha empapado de conocimientos en su aventura como ciclista, en la que destacó como un enorme gregario y capitán de ruta.
Erviti era la extensión de los directores del Movistar sobre la bici. Calmado pero con gran personalidad y conocimiento de la profesión y la evolución competitiva del ciclismo durante las dos últimas décadas, el navarro puede aportar su enorme experiencia a uno de los mejores equipos del mundo, que se encuentra en una proceso de transición después de su imperial dominio en la pasada década.
Erviti encajaría a la perfección en esa estructura que desea recuperar el trono del ciclismo. En el Ineos, Erviti contaría con la colaboración de profesionales como Xabier Artetxe, entrenador jefe de la estructura, o Xabier Zandio, –el navarro estuvo presente en el homenaje del Club Ciclista Ermitagaña, donde se crio Erviti– que es uno de los directores de la formación británica. Ambos podrían servir de guías del navarro en el Ineos, el próximo destino de Imanol Erviti.