Una gran parte de las personas en edad adulta llevamos encima un teléfono móvil inteligente, uno de los conocidos como smartphone, que incluye, además de la posibilidad de hacer y recibir llamadas y enviar mensajes de texto, que eran las únicas funciones con las que contaban los primeros móviles, una conexión a internet que hace que se encarezca el precio pero que nos da acceso a un mundo de posibilidades.
Apps que consumen en segundo plano
Entre ellas están enviar mensajes de WhatsApp, leer la prensa, navegar con los mapas, comprar on line cualquier cosa, ver series, películas, partidos o canales de televisión, escuchar la radio, realizar operaciones bancarias, pagar la zona azul del coche, mirar el correo electrónico, publicar o curiosear en las diferentes redes sociales, escuchar música, jugar en línea, traducir un texto y un largo etcétera de opciones.
Aunque no seamos conscientes, casi todas las aplicaciones consumen datos de esa tarifa que tenemos contratada y que, salvo que sea ilimitada, es mejor controlar para no llegar al límite de consumo y quedarnos sin datos disponibles (o navegar a una reducidísima velocidad) antes de que acabe nuestro ciclo mensual de facturación o tener que pagar un plus para seguir conectado a internet, que no suele ser demasiado asequible. Incluso hay apps que siguen gastando datos móviles incluso cuando no las estamos usando en ese momento, porque siguen funcionando en segundo plano.
Pasos para Android e iOS
¿Podemos hacer algo, más allá de utilizar menos el teléfono móvil, para reducir el consumo de datos? La respuesta es que sí y es bastante sencillo. En los dispositivos que utilizan el sistema operativo Android basta con entrar en los ajustes del teléfono, pinchar en ‘Conexiones’ (o ‘Internet’), después en ‘Uso de datos’ y en el menú que se despliega, en ‘Ahorro de datos’. Si aparece como desactivado podemos activarlo, lo que impedirá que las aplicaciones usen datos en segundo plano y así reduciremos el consumo. A partir de ese momento se mostrará el icono de ahorro de datos en el escritorio.
Esta decisión puede provocar que algunas apps no se sincronicen si no están abiertas. Eso sí, en ese mismo menú aparece también un apartado por si queremos dar permiso a cualquier aplicación para que siga utilizando datos en segundo plano pese a la prohibición general que se aplicará a las demás. Crearemos así una lista de excepciones para que, por ejemplo, nos sigan llegando algunas notificaciones aunque no tengamos las apps abiertas.
En el sistema operativo iOS, el de los iPhone, el proceso es muy similar. Hay que ir a ‘Configuración’, ‘Datos móviles’, ‘Opciones’, ‘Modo de datos’ y activar ‘Ahorrar datos’.
Otras recomendaciones
Más allá de ese ajuste hay una serie de recomendaciones generales que sirven para no gastar datos de más. La primera es borrar las aplicaciones que no uses habitualmente, porque pueden consumir datos sin que lo sepas. Además, es aconsejable que sólo permitas que las aplicaciones se actualicen cuando tengas una conexión wifi (se puede cambiar en los ajustes de Google Play, para Android, y de App Store, para Apple), porque algunas de ellas consumen varios cientos de megas sólo para actualizarse.
Lo mismo puede aplicarse al uso de apps de audio y vídeo como YouTube y Spotify o plataformas de streaming como Netflix, HBO o Amazon Prime Video. Puedes restringir su uso para que sólo funcionen con wifi. También es posible realizar ese ajuste para que WhatsApp no descargue fotos y documentos recibidos automáticamente o que lo haga sólo cuando tienes una conexión wifi. Por último, se puede aplicar el ahorro de datos en Instagram, una de las apps que más datos consume al mostrar continuamente fotos y vídeos. Basta con ir a ‘Perfil’, ‘Configuración’, ‘Cuenta’, ‘Uso de datos del móvil’ y activar ‘Ahorro de datos’.