El influjo del Santiago Bernabéu en el lateral izquierdo realista

El lateral izquierdo ha sido una posición que ha generado bastantes problemas a la Real en los últimos tiempos. Lo cierto es que todo comenzó cuando de la noche a la mañana, Yuri Berchiche, el jugador que rescató y recuperó el club realista cuando su carrera se tambaleaba, se marchó traspasado al PSG por la mitad de su cláusula. Una operación cuanto menos debatible porque si algo tenía el equipo de Eusebio Sacristán que completó una temporada 2016-17 fantástica fue precisamente que contaba con dos aviones en las bandas, Odriozola, que acaba de regresar, y Yuri, que no estuvo lejos de hacerlo poco después de no haberse cruzado una oferta desorbitada del vecino. La mejor demostración de la importancia capital que tenían los dos carrileros en ese equipo es que uno acabó en el Madrid y el otro en el PSG.

Lo curioso del caso es que el Santiago Bernabéu ha tenido una especial influencia en este puesto en el equipo txuri-urdin y, a pesar de que es un puesto en el que a Zubieta le ha costado producir futbolistas que se hayan asentado en la elite, lo que si se ha podido confirmar es la valentía de sus técnicos y el modus operandi del vivero blanquiazul. En la misma temporada, la 2016-17, la Real viajó al Bernabéu con la baja de Yuri, por sanción, y con su habitual suplente, Héctor Hernández, a punto de cerrar su cesión al Granada, por lo que no entró en la convocatoria: "Tenemos opciones para sustituir a Yuri. Una válida es la de Kevin", declaró con su habitual tono pausado Eusebio. Dicho y hecho. El vallisoletano le dio la alternativa al galo en el coliseo blanco y, aunque el resultado fue negativo, 3-0, el debutante no desentonó e incluso dejó destellos de calidad con el balón en los pies.

Su rendimiento fue tan satisfactorio para la dirección deportiva que, cuando vendió a Yuri, decidió depositar su confianza en ese novel lateral que, desgraciadamente, no estuvo a la altura de lo esperado y acabó perdiendo el puesto con Alberto de la Bella, quien también regresó a casa después de un año en el Olimpiacos.

El siguiente proyecto, 2018-19, contó con el refuerzo de Theo Hernández, que pasó de correr la banda del Bernabéu a hacerlo cedido en Anoeta. A pesar de su indiscutible potencial, el galo no terminó de triunfar y fue dejando bastantes dudas. Mientras, un joven canterano de la generación de Zubeldia y de Oyarzabal, iba subiendo peldaños poco a poco. Aihen Muñoz ya venía entrenándose con el primer equipo con frecuencia desde dos meses antes e incluso se estrenó, de la mano de Asier Garitano, en el amistoso disputado en un amistoso ante el Toulouse en Tarbes (2-2) disputado varias semanas antes. También había sido convocado para el encuentro de Liga contra el Valladolid un mes antes, aunque finalmente no saltó al terreno de juego. Como Theo no podía jugar en el Bernabéu por la cláusula del miedo, a Imanol no le tembló el pulso para ponerle de inicio en su reestreno como primer entrenador en sustitución del bergararra. El navarro cuajó una notable actuación, con buenas acciones sobre todo ofensivas hasta que fue sustituido en el minuto 83.

Después, como todos saben y recuerdan, Aihen se tuvo que reciclar debido a la llegada de Nacho Monreal que se adueñó de la banda hasta su retirada. El elegido para sustituirle fue un Diego Rico que, al contrario que su predecesor, no terminó de arrebatarle de forma definitiva el puesto al orgulloso Aihen. Ahora, el club ha decidido que si cuenta con un lateral foráneo, este debe tener un nivel netamente superior al del casa para obligarle a mejorar y a esforzarse en su intento por discutirle la titularidad. Su apuesta es Kieran Tierney, que ayer acabó con el brazalete de capitán de Escocia en su partido número 39 con su selección, y que llega cedido sin opción de compra porque su calidad posiblemente se encuentre fuera del alcance de la Real, disputará su primer encuentro como visitante con la Real.