Si hay dos nombres que merecen ser destacados en este primer tramo competitivo del Surne Bilbao Basket por su aportación individual, estos son los de Ludde Hakanson y Jeff Withey. El base sueco ha dado un paso al frente en cuanto a liderazgo y toma de decisiones, pero la lesión de Nikola Radicevic, su compañero en la dirección del juego, ha tenido un efecto negativo sobre su rendimiento, ya que con mayor exigencia y con la necesidad de permanecer más minutos en pista su efectividad de cara al aro rival ha descendido al igual que la de todo el equipo.
Por su parte, el pívot estadounidense ha brillado con luz propia en las cuatro últimas citas, algo que no le ha servido al equipo para sumar ninguna victoria. Eso sí, a día de hoy lidera a los hombres de negro en anotación (12 puntos de media), rebotes (6,4, séptimo en la Liga Endesa) y valoración (15,7), luciendo además magníficos porcentajes de acierto: 60% en lanzamientos de dos puntos y en triples -ha metido 3 de los 5 que ha lanzado- y un 91,3% desde la línea de tiros libres.
La Dirección Deportiva de la entidad de Miribilla apostó el pasado verano por la renovación del pívot con pasaporte comunitario con el convencimiento de que su rendimiento iba a ser superior al que ofreció en su primer curso como hombre de negro, en el que fue claramente de menos a más. En el pasado ejercicio, el covid le obligó a arrancar muy lejos de su mejor versión y posteriormente sufrió problemas físicos, pero en los últimos meses ofreció un rendimiento satisfactorio, acabando con unos promedios de 6,6 puntos y 5,4 rebotes como guardaespaldas de Ángel Delgado.
En la presente campaña, su rol debía ser más protagonista, partiendo en el quinteto inicial y con Michale Kyser ofreciéndole descanso desde el banquillo. En las tres victorias iniciales, realizó una función secundaria pero muy apreciada (9 puntos y 8 rebotes frente el Joventut, 9 y 5 contra el Betis y 6 y 2 ante el Valencia Basket). Sin un gran suministro de balones en ataque, trabajó bien en la parcela defensiva y brilló en el rebote ofensivo, fabricándose él sus opciones de anotación.
Sin embargo, el bajón de la batería exterior desde el choque ante el Granada ha convertido a Withey en el faro ofensivo de los hombres de negro, probablemente con mayor protagonismo del esperado y deseado ante la falta de acierto de sus compañeros. En la visita a los de Pablo Pin batió su récord de anotación en la Liga Endesa con 21 puntos y siete días después hizo lo propio con el de valoración en la cancha del Río Breogán, sumando 26 créditos -sus dos plusmarcas anteriores databan de la visita del UCAM Murcia el pasado curso al Bilbao Arena, encuentro en el que logró 17 puntos y una valoración de 22-. Contra el Baskonia aportó 9 puntos y 6 rebotes y el pasado domingo en Tenerife volvió a ser el mejor hombre de negro sobre la cancha al acabar con 15 puntos, 9 capturas y 23 de valoración liderando el intento de resistencia después del descanso tras la aciaga primera mitad.
Durante toda la pasada temporada, Withey solo alcanzó en dos partidos los 15 puntos anotados y en la presente lleva ya tres en las cuatro últimas citas; solo llegó a los 20 créditos de valoración en otras dos citas y a estas alturas ya ha superado esa barrera. Con él mismo fabricándose muchos de sus tiros gracias a su buen hacer en el rebote ofensivo (2,4 capturas de cita), el paso al frente de Withey necesitará el respaldo de sus compañeros para ser efectivo y poder cristalizar en victorias. En esta racha de cuatro derrotas seguidas se ha visto demasiado solo.
Francis Alonso, fuera de la convocatoria
Por otra parte, Francis Alonso, escolta del Bilbao Basket, no ha entrado en la convocatoria de doce jugadores con la que España se medirá hoy (21.00 horas) a Italia en duelo clasificatorio para el próximo Mundial.