"El inquisidor Alonso de Salazar es un personaje formidable"

"Alonso de Salazar es un personaje formidable” manifestaba ayer en la presentación de su última novela la escritora malagueña Elvira Roca Barea (Málaga 1966). El acto tuvo lugar, como no podía ser de otro modo, en el museo de las brujas de Zugarramurdi, donde Roca habló de su última obra: Las brujas y el inquisidor, con la que obtuvo el Premio Primavera de Novela y en la que rompe con los estereotipos de la inquisición y la brujería. “Espero que mi novela cumpla con la regla horaciana prodesse et delectare, es decir, que enseñe y deleite al lector. Enseñar y deleitar fue lo que hizo la autora tras la rueda de prensa de presentación haciendo de guía por el Museo de las Brujas de la localidad y por sus famosas cuevas.

El libro recoge como en 1609 varias personas son acusadas de brujería en la localidad de Zugarramurdi. Lo que parecía un episodio puntual sin importancia, va adquiriendo una virulencia inusitada. Es estas circunstancias el inquisidor general Bernardo de Sandoval envía a Alonso de Salazar y Frías a Logroño, sede del Santo Oficio. No se trata solo de hechicerías, mal de ojo, vuelos nocturnos o tratos carnales con Lucifer, los hay que confiesan atroces asesinatos y la utilización sistemática de niños como acólitos del Gran Cabrón. Pero, ¿por qué esta epidemia ahora con epicentro en una aldea navarra cerca de la muga con Iparralde? ¿Es la brujería un espejo que refleja conflictos e intereses variados muchos de los cuales no tienen nada que ver con el diablo?

Roca presentó ayer en Zugarramurdi 'Las brujas y el inquisidor' Ondikol

En Las brujas y el inquisidor, Elvira Roca desvela la figura histórica de Alonso de Salazar, tan olvidada como relevante y conduce al lector un viaje apasionante por los entresijos de la brujería en el siglo XVII, cuando las guerras de religión, los conflictos políticos y otras circunstancias provocaron una masiva caza de brujas en Europa y en el caso de Zugarramurdi no hay que olvidar la rivalidad entre Francia y España por el control de Navarra. A todo ello se enfrentará Alonso de Salazar con la más poderosa de las armas humanas: la razón. Además de Alonso de Salazar otro personaje principal de la novela es Pierre de Lancre, dos formas distintas de afrontar el fenómeno de la brujería, racionalidad frente a fanatismo, empatía y conocimiento del alma humana frente al abuso de poder.

Junto a Zugarramurdi otros escenarios de la novela son el castillo de Saint-Pée sur nivelle, (Senpere) donde tuvo su residencia De Lancre, Logroño y Madrid.