Donostia – Los precios de la electricidad y los carburantes siguen empujando al alza la inflación en Euskadi, que en marzo subió un 0,6% y se situó en el 3,2% en su tasa interanual. Por su parte, los alimentos, que iniciaron un progresivo ascenso de precios en febrero de 2022, han registrado un incremento del 4,6%, lo que supone la tasa más baja desde hace dos años. Los precios de la cesta de la compra en su conjunto siguen sin caer, lo que ocurre es que suben a un ritmo mucho menor. Esta ralentización se debe, en mayor parte, a la bajada de los precios de legumbres y hortalizas, que aumentaron en el mismo mes de 2023, además de la menor subida de los precios de la carne respecto a marzo del año pasado.
Según los datos divulgados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), las legumbres y hortalizas caen un 9,2% respecto a hace un año. Por su parte, la carne de vacuno ha subido un 2,8%, cuando hace un año lo hizo un 13%, y la de cerdo ha registrado un incremento del 6,4%, 13 puntos menos que en el periodo anterior. Por contra, el aceite de oliva sigue en imparable ascenso: está un 70% más caro que hace un año, un 3,2% más caro que hace un mes y un 200,4% más respecto a enero de 2021. Le siguen los zumos de frutas (+16,9%), las patatas (+10%) el chocolate y las frutas frescas, que suben en ambos casos un 9%; los productos de confitería, un 8,4%; la carne de ovino, un 8%, y el pescado fresco, un 7,4%.
Los precios que más subieron en Euskadi respecto a marzo de 2023, además de los alimentos, fueron los hoteles, cafés y restaurantes (+4,4%), que incrementaron sus precios coincidiendo con la celebración de la Semana Santa, ocio y cultura (+3,9%), bebidas alcohólicas y tabaco (+3,6%), medicina (+2,9%), transporte (+2,9%), que incluye los carburantes, enseñanza (+2,2%), menaje (+2%), vestido y calzado (+1%), Vivienda (+1%) y Comunicaciones (+0,6%).
Salarios y beneficios
UGT Euskadi reclamó ayer impulsar los salarios y moderar los beneficios empresariales ante un IPC que continúa en alza con incrementos en los precios de gastos básicos como son la vivienda y el vestido y calzado, según subrayó la central sindical.
Para UGT Euskadi, esta evolución de precios se debe en gran medida a la retirada del Gobierno central en los últimos meses de algunas medidas excepcionales como el IVA de la luz, que ha pasado de ser el 10% en febrero al 21% actual.
El secretario de Política Sindical e Institucional de UGT-Euskadi, Dani González, señaló que las economías de las familias siguen además lastradas en Euskadi por los tipos de interés que afectan a las hipotecas y los precios del alquiler.
Por este motivo, lamentó que el Banco Central Europeo (BCE) anunciase el pasado jueves la decisión de mantener los tipos de interés en el 4,5%. El responsable de UGT consideró que, en lugar de seguir apostando por cargar sobre los hombros de las personas trabajadoras el peso de la normalización de la inflación, resulta imprescindible seguir trabajando para impulsar subidas salariales en los convenios, incluyendo siempre cláusulas de revisión eficaces, así como moderar los beneficios empresariales.
Para González, se trata de un problema de “primer orden” al que hay que hacer frente ya que, además de afectar a las condiciones materiales de vida de los trabajadores y de las familias, también repercute sobre la propia competitividad de las empresas y, por lo tanto, sobre el empleo.
Tras conocer estos datos, Funcas ha subido una décima su previsión para la tasa media anual de la inflación, hasta el 3,2% en 2024 (una décima más que en marzo). Asimismo, estima que la inflación subyacente registrará también una media anual del 3,2%, estando ambas previsiones por encima del 3% al final del año.
Para el ejercicio de 2025, el centro de análisis prevé un descenso del IPC anual y subyacente hasta el 2% en el segundo semestre. En concreto, las medias anuales serán del 2,3% en la general y del 2,4% en la subyacente.
Funcas explicó en un comunicado que la subida de la inflación subyacente hasta el 3,3% en marzo ha sido “mayor de lo esperado” por el comportamiento de los productos energéticos, cuyo aumento interanual ha pasado del -4,7% en febrero a 1,6% en marzo.