El jefe de los mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, ha llamado a declarar cumplidos los objetivos de la "operación militar especial" rusa en Ucrania y a prepararse para una batalla decisiva con el Ejército ucraniano.
"Para las autoridades (de Rusia) y la sociedad en general es necesario poner punto final a la operación militar especial", escribió Prigozhin en un artículo publicado en Telegram.
Lo ideal -añadió- sería "anunciar que Rusia ha conseguido los resultados que perseguía, y en cierto modo lo hemos hecho".
"En teoría, Rusia ya puso un punto final mediante la aniquilación de gran parte de la población masculina activa de Ucrania y la intimidación de otra parte, que huyó a Europa", explicó el jefe de los wagneritas.
Recalcó que Rusia consiguió hacerse con el mar de Azov y con gran parte del mar Negro, se apoderó de un "jugoso pedazo del territorio de Ucrania" y creó un corredor terrestre hacia la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014.
Rusia, subrayó Prigozhin, debe "fortificarse y aferrarse con uñas y dientes a los territorios que ya tiene" y no llegar a ningún tipo de acuerdo con Ucrania, con la que solo puede combatir.
"Y si de ese combate salimos mal parados, no pasa nada. Las regiones fortificadas de Rusia no permitirán que se internen en el territorio del país", añadió.
Al resumir la situación, el jefe de los mercenarios señaló que los ucranianos están preparados para una ofensiva y los rusos, para rechazarla.
"El mejor escenario para la sanación de Rusia, para que se cohesione y devenga en un Estado más poderoso es una ofensiva de las Fuerzas Armadas de Ucrania, que haría imposibles cualesquiera concesiones y negociaciones", indicó.
Entonces, escribió Prigozhin, "o las Fuerzas Armadas de Ucrania serán aplastadas de una lucha franca o Rusia restañará su heridas, acumulará fuerzas y nuevamente derrotará a sus adversarios".