El coordinador humanitario de la ONU en Líbano, el paquistaní Imran Riza, señala en una entrevista a EFE que en sus casi cuatro décadas en Naciones Unidas, el conflicto actual en el país árabe es el "más difícil y más trágico" de su carrera.
"Creo que esta es, sin duda, la más difícil, complicada y trágica, en el sentido de que no estamos en un lugar del que nadie conozca las noticias, como ocurrió en Yei, en el sur de Sudán, en el año 97-98. La gente no sabía lo que estaba pasando, ahora es visible, muy visible", afirma desde su oficina en el centro de Beirut.
Sobre esta cuestión asegura que estaba pensándolo el otro día y llegó a la conclusión de que "la más dura" fue en Yei, dónde se produjo la batalla más importante de la guerra civil en Sudán en la que hubo miles de muertos, pero donde "no había comunicaciones o tecnología".
Pero ahora, "cuatro décadas más tarde y con una increíble tecnología e información, y aún así nos enfrentamos a unas consecuencias (...) como las violaciones del derecho internacional humanitario", dice.
Desde el inicio de la escalada de Israel contra el Líbano hace más de dos semanas, más de 1.500 personas han muerto y alrededor de 1,2 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares, según fuentes oficiales.
Cadena de crisis
Desde que fue nombrado por el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, como coordinador residente y humanitario de las Naciones Unidas para el Líbano y coordinador especial adjunto en el Líbano, Riza ha podido ver la cadena de crisis que arrastra el Líbano, que van desde la covid-19, la aguda crisis económica, la política y ahora, la escalada y ofensiva israelí contra el país.
Riza apunta que este escenario "se ha ido construyendo durante un año", justo cuando comenzó el conflicto en el sur del Líbano e Israel, un día después del inicio de la guerra en la Franja de Gaza.
"Sí, ha habido una gran escalada en las últimas tres semanas (...) Tanto la población y el Estado ambos han sufrido mucho en los últimos cuatro o cinco años", asevera, mientras recuerda que no hay un Estado fuerte, principalmente porque el Líbano sigue sin presidente desde hace dos años y con un gobierno provisional.
Igualmente, quiso destacar que lo que se ha visto en las ultimas tres semanas es "una respuesta y una coordinación increíblemente buenas".
"Fíjate en lo que ha ocurrido en el sector sanitario, en el número de víctimas, fíjense en el peso que han tenido en los centros de atención primaria, en los hospitales, en los que primero responden y en todo lo que se ha visto afectado en el contexto de lo que está ocurriendo. Así que, a pesar de todo eso, se las han arreglado valientemente para tratar de ayudar a las personas que están heridas", explica.
"Teníamos algunos suministros aquí, pero ciertamente no los suficientes, ya que nadie previó este nivel de escalada", apunta, mientras que recuerda el llamamiento urgente de hace poco más de una semana que realizó con el primer ministro libanés interino, Najib Mikati, para obtener 426 millones de dólares para movilizar recursos urgentes destinados a la población civil afectada por la escalada del conflicto y la crisis humanitaria.
Protección para trabajadores humanitarios
Los trabajadores humanitarios han sido objetivo durante la guerra en Gaza por los ataques israelíes, mientras que en el Líbano han muerto dos trabajadores de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) por un misil israelí.
Ante esta tragedia, Riza asegura "que los Estados miembros, en conflicto o no, deben respetar el Derecho Internacional Humanitario. (...) Conocen las normas de protección de civiles. Conocen la infraestructura civil. Conocen todo esto y conocen a los trabajadores humanitarios". Por ello, "tenéis que protegernos, tenéis que proteger a los trabajadores humanitarios".
Recordó a Dina Darwiche, que llevaba 12 años trabajando con ACNUR en la Bekaa, en el este del Líbano. Un misil israelí acabó con su vida y con la de su hijo pequeño de seis años el pasado 23 de septiembre.
"Con Dina, su trabajo era como oficial de protección infantil. Así que la ironía de ella con su hijo de seis años siendo asesinados es simplemente terrible", sentencia.