La escuela pública de Zabalgana está siendo testigo de un juego de patinetes, todavía sin clarificar, que poca gracia está haciendo a las familias del centro escolar.
La escuela Zabalgana la forman más de 700 niños, 400 familias, 60 educadores y educadoras de otros servicios, junto con el personal del Ayuntamiento que trabaja en la escuela. La oferta educativa del centro está dividida en dos etapas: Educación Infantil y Educación Primaria.
Como todas los días, sobre las nueve de la mañana niños y niñas de edades que oscilan entre los 2 y 12 años se dirigen al centro. Algunos niños acompañados por familiares y otros solos o acompañados por compañeros de clase se dirigen a sus aulas de distinta manera: mientras algunos optan por ir andando otros prefieren ir en bicicleta o en patinete.
La escuela de Zabalgana tiene un espacio para cuando los alumnos van en bicicleta o en patinete al centro puedan aparcarlas y candarlas. Sin embargo, algunos de los alumnos a la vez que sus familiares, confiando mucho en el ser humano, no dejan candado su patinete.
El problema viene cuando los alumnos, después de haber estado toda la mañana en clase, salen del centro escolar para ir a sus casas. Los alumnos que han ido en patinete y no lo han candado se están encontrando con una situación bastante desagradable: les han robado su patinete. Pero no queda todo ahí, los patinetes que roban a diario luego los encuentran en un mismo lugar.
El juego del patinete
Las familias del colegio Zabalgana llevan dos semanas padeciendo estos robos. "Nunca ha pasado esto en la escuela pero llevamos dos semanas con este juego en el que roban los patinetes y los dejan en otro lugar. Por ahora no sabemos quiénes son los ladrones", comentaba el conserje a dos familiares que encontraban uno de los patinetes robados.
Al parecer, algunos alumnos del centro escolar se están divirtiendo a diario. Su juego es siempre el mismo, salen de sus aulas, echan un vistazo en los aparcabicis de la escuela para captar los patinetes que no están candados, los roban y después de haber jugado con ellos siempre los abandonan en el mismo lugar: en un edificio municipal que hay detrás de la escuela entre las calles Paseo de la Unicef (parte trasera de la escuela Zabalgana) y Avenida Reina Sofía.
"Acabamos de encontrar otro patín más. Llevamos varios días cogiendo patinetes y devolviéndolos a la escuela", comentaba el padre de un alumno del centro. "Esto empieza a no tener gracia, al principio parecía un juego de chiquillos pero empiezan a dejar varios patinetes a diario y lo malo es que los están empezando a dejar rotos y les roban las luces", añadía.
La escuela por su parte, mientras intentar aclarar los hechos, recuerdan a las familias la importancia de candar sus bicicletas y patinetes. "Tendremos que volver a mandar un email a todas las familias para recordar que es mejor que canden sus patinetes y bicicletas" , comentaba un responsable del centro escolar.
Así actúan estos ladrones
Una lacra que por ahora no verá su final al menos hasta que consigan dar con los pequeños ladrones.