Aunque el escenario del crimen apuntaría a la autoría de un lobo solitario, el juez de refuerzo del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Joaquín Gadea, atribuye los ataques proferidos por el ciudadano marroquí de 25 años Yassine Kanjaa contra dos iglesias de Algeciras, que se saldaron con la muerte del sacristán Diego Valencia y un herido grave, al “salafismo yihadista”. En el interior del templo, Yasin persiguió al religioso hasta el exterior del mismo para asesinarle ,y según explica el juez, el ahora fallecido intentó huir hacia la plaza Alta de esa ciudad: “Una vez que se encuentra en el centro de esa plaza, es alcanzando por el atacante quien una vez que le tiene en el suelo, sujeta la catana con ambas manos y, alzando la mirada al cielo y gritando unas palabras en árabe entre las que se escucha la palabra Alá, le asesta una última estocada mortal”, relata el magistrado. Por ello, cree que se pueden imputar al detenido, que pasará el lunes a disposición del juez, delitos de asesinato y lesiones con instrumento peligroso con fines terroristas.
Kanjaa entró primero en la Iglesia de San Isidro, en dónde inició “una discusión con los allí presentes, manifestando a los feligreses de forma vehemente que la única religión que hay que seguir es la religión islámica”. Sin embargo, el presunto autor de los hechos abandonó el templo religioso, al que volvió poco después, siempre según el auto del magistrado de la Audiencia Nacional, que dice después que las personas que se encontraban en la iglesia escucharon que “alguien ubicado en el exterior de la iglesia” daba gritos “en árabe”. Al acabar la misa el sacerdote Antonio Rodríguez bajó del púlpito para comprobar qué estaba ocurriendo. Y en ese momento el investigado, “portando en su mano un machete de grandes dimensiones y de forma súbita”, agredió al religioso causándole lesiones de gran gravedad”. Fue trasladado al Hospital Punta Europa, en dónde fue operado y permanece estable.
Después, Kanjaa se desplazó a un “centro de culto católico” aledaño “llamado Virgen La Palma, ubicado a unos 200 metros” del primero, en el que acabó con la vida del sacristán: “En ese instante Yassine Kanjaa inicia varias acometidas sobre el mismo, causándole unas primeras lesiones, si bien el ahora fallecido intenta huir”, dice la resolución judicial. La detención de Kanjaa, prosigue el auto, se llevó a cabo “de forma muy tranquila”, pues este se dirigió “a la conocida como ermita Europa, ubicada en esa misma plaza”. Al tratar sin éxito de acceder al interior de este templo, fue arrestado por agentes de la Policía Local de Algeciras “sin prestar resistencia”, pero profiriendo gritos “de Allahu akbar (Alá es grande)”.
El autor, en situación irregular
Yassine Kanjaa habría sido expulsado de Gibraltar a Marruecos en 2019 tras haber llegado ilegalmente al Peñón. Un portavoz de la Policía gibraltareña indicó que las autoridades del Peñón creen que se trata del mismo sujeto, ya que los nombres coinciden. “Estamos en contacto estrecho con las autoridades españolas sobre esta cuestión”, precisó. El autor del asesinato formaría parte de un grupo de tres adultos y un menor que fueron detenidos en agosto de 2019 por la Marina gibraltareña tras entrar en una moto acuática en aguas del Peñón. Los cuatro se declararon culpables y durante la vista judicial se dijo que todos habían hecho la travesía “en busca de una vida mejor” y que tenían “suerte de estar vivos”. El Ministerio del Interior confirmó que tenía abierto un expediente de expulsión por situación irregular desde junio de 2022, pero no constan antecedentes penales ni por delitos de terrorismo, ni en España ni otros países aliados.
La derecha desbarra
Quien patinó en el ámbito político fue la derecha y, entre ella, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, al declarar que “hace siglos que no verá a un cristiano matar en nombre de su religión o sus creencias” mientras que “hay otros pueblos que tienen algunos ciudadanos que sí lo hacen”. Al hilo de unas manifestaciones de Santiago Abascal, la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, indicó que “no se debe permitir que desde la extrema derecha se intente sacar rédito” de lo sucedido. La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, también tildó a Abascal de “miserable”. El líder de Vox había escrito en un tuit: “Unos les abren las puertas, otros los financian y el pueblo los sufre”.
Obispo e imán, juntos
Piden no hacer un “uso ideológico”
Paz y convivencia. El obispo de Almería, Antonio Gómez Cantero, y el Imán de Almería, Abdallah Mhanna, condenaron “juntos” los ataques en Algeciras. En un comunicado, la Diócesis de Almería recogió las palabras de “condolencia” que transmitió el Imán al Obispo y en las que le dice “sentirse” a su “lado en estos momentos” al tiempo que ofrece su “ánimo, apoyo y consuelo” a toda la “comunidad cristiana de Almería ante el vil atentado”. “Hoy de una manera muy especial y, en todo momento, estamos unidos y juntos condenamos estas terribles acciones”, indica Abdallah Mhanna en su mensaje. En el mismo comunicado se recoge que el Obispo de Almería expresó al Imán que “también está” con ellos y que “junto buscamos la paz y la fraternidad entre los creyentes”. “Cualquier utilización ideológica está fuera de lugar”, subrayó Gómez Cantero, quien invitó a “orar” por “la paz y la convivencia” con una “oración que une a cristianos y a musulmanes”.