La Justicia entra en campaña. O al menos eso deja traslucir la agilidad en llamar a declarar a Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, en plena campaña electoral de cara al próximo 5 de julio y sin esperar a conocer las versiones de los testigos, que estaban previstas para este jueves y fueron trasladadas al próximo domingo. El titular del Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid, Juan Carlos Peinado, la cita por presunta comisión de los delitos de corrupción en el sector privado y tráfico de influencias, dentro de las diligencias abiertas por intentar mediar para que se concedieran ayudas públicas a empresarios con los que había colaborado profesionalmente. El líder del PSOE ha reaccionado en una nueva carta a la ciudadanía donde manifiesta que “lo que no lograron en las urnas (en alusión a PP y Vox), pretenden alcanzarlo de manera espuria. Sabía que conforme aumentara la frustración y la impotencia de esta coalición reaccionaria, el ritmo de la máquina del fango no iba a parar, sino a acelerarse”.
Horas antes el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, le había exigido asumir su “responsabilidad” y el portavoz de la formación popular, Borja Sémper, le pidió que “dé la cara” porque cualquier presidente con un mínimo de dignidad dimitiría ya ante esta citación”. Sánchez replicó trasladando que su decisión al frente de la presidencia del Gobierno “es más firme que nunca. La tarea que tiene el Gobierno de coalición progresista es más necesaria que nunca”. Sobre la citación, el líder socialista hizo constar su “extrañeza”. “Habitualmente se ha seguido la regla no escrita de no dictar resoluciones susceptibles de condicionar el desarrollo normal de una campaña electoral y, por tanto el voto de los ciudadanos. En este caso, es evidente que esta práctica no se ha respetado. Dejo al lector extraer sus propias conclusiones”, razona Sánchez.
El presidente del Ejecutivo insiste en la misiva en que “no hay nada detrás” del caso que afecta a su esposa, “solo un zafio montaje impulsado por las asociaciones ultraderechistas demandantes”. Y hace una lectura política: “El objetivo de Feijóo y Abascal es que yo renuncie, que dimita. Incluso tratar de forzar mi salida con una moción de censura mediante una alianza contra natura (en referencia a un hipotético pacto con Junts). Todo les vale”. “En los próximos días será usted testigo de una cuidada coreografía diseñada por la coalición ultraderechista para intentar condicionar las elecciones y debilitar al Gobierno. Begoña y yo sabemos perfectamente por qué la atacan. Ninguno de los dos somos ingenuos. Lo hacen porque es mi pareja”, explicita. Y añade: “Ella es una mujer trabajadora y honesta que reivindica su derecho a trabajar sin renunciar a ello por las responsabilidades de su marido. Un derecho que yo defiendo en mi vida familiar y por el que trabajo para que mujeres y hombres tengamos las mismas oportunidades y derechos”.
Sánchez llama a responder con votos
En este contexto, advierte a la calle de que “estos días leerán y escucharán mucho ruido y aún más furia en tabloides digitales nacidos para propagar bulos, en platós de tertulias televisivas y radiofónicas al servicio de amplificar esa desinformación, y en tribunas donde se rasgarán las vestiduras Feijóo y Abascal. Todo mentira. Un gran bulo. Uno más. En lo que respecta a mí no le quepa duda de que no me quebrarán”. Por todo ello, Sánchez pide como respuesta llenar las urnas de votos: “Dado que tratan de interferir en el resultado electoral, ojalá sus promotores encuentren la respuesta que merecen en las urnas: condena y rechazo a sus malas artes”. Y acaba la carta: “Quedan más de tres años de Gobierno, progreso y avances”.
El juez justifica su paso para citar en plena campaña electoral a Begoña Gómez para el próximo 5 de julio como “aconsejable” para una instrucción del procedimiento “lo más ágil posible” y hace ese razonamiento en un auto en el que considera que el informe que le entregó la UCO de la Guardia Civil en el que no aprecia indicios de delito en la actuación de Gómez es un documento “preliminar”. Plantea la idoneidad de citar a Gómez tras cuestionar de nuevo la acción de la Fiscalía, cuyo recurso a la apertura de la causa se presentó “con una diligencia inusitada y una celeridad, escasamente frecuente, por no decir nunca conocida”. El magistrado afirma que la Audiencia de Madrid hizo “un profundo análisis” de los datos con los que en este momento se cuenta para rechazar el recurso del fiscal a la apertura de la causa, datos que “ya permiten concluir la existencia de elementos que justifican esa aparente inicial sospecha de indicios de la concurrencia de elementos de hechos delictivos por parte de la investigada”.
El PP le exige la dimisión
En esta tesitura, el PP aprovecha la ocasión para meter más presión a la campaña. “Pedro Sánchez llegó hace seis años a la Moncloa diciendo abanderar la regeneración y ha acabado con su esposa investigada en un juzgado. Carece de legitimidad para despachar un asunto de esta gravedad gritando fachas, fango, ultras o Franco”, ha censurado Feijóo, puntualizando que, aunque la citación no supone automáticamente una sentencia condenatoria, esta situación “sí obliga a que Sánchez asuma su responsabilidad política inmediatamente”. O lo que es lo mismo, le reclama que dimita lo antes posible.
Por su parte, la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha replicado que a Gómez se la podría haber llamado a declarar cuando se presentó la denuncia contra ella o haber esperado a que terminara la fase testifical, pero “es cuestionable hacerlo ahora”. En Moncloa no pensaban que el juez fuera a llegar tan lejos en una decisión que a su juicio evidencia el fin que persigue a escasos días de las elecciones europeas: interferir en la campaña y beneficiar a una opción política. Sin embargo, desde el Gobierno de Sánchez se estima que puede provocar el efecto contrario y activar al votante socialista. Mensaje que él mismo también traslado.