El Juzgado de Instrucción número 4 de Marbella (Málaga) ha dictado ahora dos órdenes de busca y captura de Karim Bouyakhrichan, el criminal más buscado de los Países Bajos y uno de los líderes de la Mocro Maffia, que lleva desde el mes pasado huido.
Las dos órdenes han sido dictadas este martes después de constatarse que no ha cumplido con la medida cautelar que le obligaba a firmar quincenalmente en una sede judicial, algo que hizo por última vez el 1 de abril, han informado este miércoles fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
El juez ha dictado una orden europea de detención y una orden internacional de detención contra el prófugo, investigado en una causa por tráfico de drogas y blanqueo de capitales, y que lleva semanas en busca y captura por orden de la Audiencia Nacional.
Descoordinación judicial
El presunto cabecilla de la Mocro Maffia fue puesto en libertad el pasado febrero merced a una decisión de la Audiencia de Málaga, que revocó el ingreso en prisión que había dictado contra él este juzgado de instrucción, han recordado las citadas fuentes.
La Policía Nacional española detuvo el pasado 10 de enero en Marbella (Málaga) a Bouyakhrichan, uno de los principales líderes de la Mocro Maffia, el crimen organizado de origen magrebí y radicado en Países Bajos que había extendido sus redes gracias a la conexión con varias organizaciones de narcotraficantes asentadas en España.
El Juzgado de Instrucción número 4 de Marbella acordó su ingreso en prisión provisional al apreciar la existencia de riesgo de fuga, al tiempo que el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno recibió una orden de detención europea (ODE) de Países Bajos.
Moreno preguntó a Marbella si tenía impedimentos para entregarlo y desde ese juzgado se le comunicó que sí, dado que tenía una causa abierta en España.
La defensa Bouyakhrichan recurrió su ingreso en prisión, recurso que fue estimado -con la oposición de la Fiscalía y pese a la existencia de riesgo de fuga- el 22 de febrero por la Audiencia Provincial de Málaga, que acordó su puesta en libertad con medidas cautelares.
Lo hizo en contra del criterio del fiscal, que advirtió al tribunal de que el detenido estaba reclamado por Países Bajos y de que su fuga "entorpecería de forma muy grave la investigación judicial".
El tribunal optó por ponerle una fianza de 50.000 euros, la obligación de comparecer judicialmente cada quince días y la retirada del pasaporte, con la prohibición de salida del territorio nacional.
Para entonces, tampoco pesaba ya sobre él la orden de ingreso en prisión de la Audiencia Nacional, dado que la Fiscalía Antidroga, al estar preso por orden del juzgado de Marbella y para evitar que caducase la ODE -que tienen una vigencia limitada-, pidió a Ismael Moreno que decretase su libertad en ese procedimiento y el juez lo hizo.
De modo que el supuesto líder del crimen organizado quedó en libertad y durante más de un mes cumplió sus comparecencias judiciales en distintas ciudades españolas, la última el pasado 1 de abril.
Los sindicatos policiales exigieron responsabilidades por la fuga de este narco, que está siendo investigada por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).