El juez Alejandro Abascal ha propuesto llevar a juicio a dos integrantes del aparato logístico de ETA -Iñigo Gulina Tirapu y Mikel Barrios Santamaría- por falsificación de documentos con fines terroristas. Los dos fueron detenidos en Berlín en 2017, seis años después del cese de la actividad armada decretado por la banda terrorista.
En el auto de transformación en procedimiento abreviado, al que ha tenido acceso Efe, el magistrado de la Audiencia Nacional da diez días a la Fiscalía para que solicite la apertura del juicio oral, formulando escrito de acusación o el sobreseimiento de la causa.
Según el magistrado, de lo investigado se deduce que como consecuencia del cese de la actividad armada decretada por ETA el 20 de octubre de 2011, la banda modificó su estructura llegando a crear un entramado "técnico-logístico" en 2014.
Su función, añade, era la gestión del material (armamento y explosivos) y la falsificación de documentos para los miembros de la banda. La presión policial en Francia motivó el traslado de miembros de ETA a otros países para seguir desempeñando "sus ilícitas actividades", continúa el auto.
Documentación falsificada
Siguiendo "las directrices marcadas" por la cúpula de ETA, Barrios y Gulina se trasladaron a Berlín, donde en junio y octubre de 2017, respectivamente, se empadronaron con documentación falsificada.
Gulina aportó un DNI a nombre de Rubén Cano Lapena, mientras que Barrios Santamaría se identificó con otro DNI en el que se hacía llamar Iñaki Gutiérrez Aramendi, el mismo que utilizó también para abrir una cuenta bancaria en la sucursal de Banco del Estado Federado de Berlín.
Gracias "a las indicaciones dadas por la Guardia Civil, relativas a las actividades delictivas de 10 imputados", estos dos etarras, según señala el juez, fueron detenidos en Berlín el 27 de octubre de 2017.
Un año en prisión
En los registros de sus respectivos domicilios se incautaron más de doscientos efectos, entre los que destacan dispositivos informáticos de almacenamiento de información, los citados DNI falsificados e instrumentos destinados a la falsificación de documentos, tales como sellos de la ciudad italiana de Turín.
Tras permanecer un año en prisión tras su arresto en Alemania y quedar después en libertad bajo control judicial, Barrios Santamaría fue condenado en junio de 2020 por la justicia francesa como miembro del aparato logístico-militar.
Antes había formado parte de la organización juvenil SEGI, hasta que, tras una operación policial en 2008 contra dicho entramado huyó a Francia.
Gulina Tirapu por su parte se encontraba huido desde el año 2013, poco antes de ser enjuiciado por diversas acciones de estragos con fines terroristas así como por tenencia ilícita de sustancias explosivas.