El abogado de Jennifer de Hermoso ha expuesto en el juicio contra Luis Rubiales por el beso que le dio a la jugadora que el expresidente de la RFEF jamás debió dar un beso a la futbolista aunque le hubiera pedido su consentimiento dada su superioridad jerárquica sobre ella. "No estamos ante un consentimiento estamos ante un sometimiento", ha enfatizado.
Durante la lectura de su informe definitivo, Ángel Chavarría, ha afirmado que "no hay ninguna prueba que acredite" que Hermoso consintió el beso que le dio Rubiales "por su cuenta y riesgo, y de manera sorpresiva". El expresidente federativo -ha recalcado- "iba a consumarlo en cualquier caso", pues "no había posibilidad de escaparse", dado que le tenía sujeta la cabeza.
Aún así el abogado, que ejerce la acusación particular en este juicio, ha considerado que la petición del consentimiento, que por otra parte ha negado que existiera, "ni siquiera debía haberse producido", dada "la diligencia debida" que debía haber tenido que tener Rubiales como presidente de la RFEF, según establece el protocolo frente a la violencia sexual aprobado por la Federación. "Nunca debía haber pedido el consentimiento ni pasársele por la cabeza" pedírselo "a una persona que jerárquicamente estaba por debajo y bajo sus instrucciones".
La abogada de Rubiales sostiene que Hermoso dijo "pues vale" al beso
Por su parte, la abogada de Luis Rubiales, Olga Tubau, ha sostenido que lo que la jugadora comentó a sus compañeras sobre lo que le contestó al expresidente de la federación Española de Fútbol (RFEF) acerca de que le diera un beso fue "pues vale", lo que a su juicio implica que hubo consentimiento.
Tubau ha hecho referencia a un vídeo grabado en el vestuario cuando las jugadoras celebraban el triunfo en el Mundial, momento en el que, según ha apuntado, lo que se veía era "buen humor, alegría y cierta euforia" , y respecto a los comentarios que sobre el beso hizo Hermoso a otras jugadoras ha precisado que, a su entender, lo que una de ellas le pregunta es "¿Qué has dicho?", a lo que Hermoso responde: "Pues vale".
Según ha resaltado la abogada, ese "pues vale" solo puede venir referido a una pregunta anterior, lo que avalaría que hubo consentimiento a ese beso que le dio Rubiales en la entrega de medallas tras alzarse con el campeonato del mundo en Sídney en 2023.
Ha añadido además que si realmente se quedó "en shock", como Hermoso relató en su declaración en el juicio, no se puede contestar "que vale", y ha considerado que el que dijera después que no le había gustado, "no es incompatible con haber consentido".
"Puede no haberle gustado el propio contacto físico en ese escenario o la repercusión inmediata que tuvo en España y en otras partes del mundo ese beso", ha expuesto la defensa de Rubiales, para después precisar que el que no le gustase "no invalida el consentimiento, ni convierte esa conducta en un delito".