Actualidad

Montse Tomé asume toda la responsabilidad de la no convocatoria de Jenni Hermoso y afirma que "no fue un castigo"

La seleccionadora española testifica que Jorge Vilda la obligó a ir a la asamblea en la que Luis Rubiales no dimitió y que se sintió "incómoda"
La seleccionadora Montse Tomé. / EFE

La actual seleccionadora de la selección española de futbol femenino, Montse Tomé, ha declarado esta mañana en la Audiencia Nacional en el juicio contra Luis Rubiales, donde ha negado que la no convocatoria de Jenni Hermoso en los partidos posteriores al Mundial tuviera algo que ver con el beso que le propinó el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

Durante su comparecencia, la fiscal Marta Durántez le pidió aclarar si la decisión de no convocar a la jugadora fue por razones deportivas o anímicas. "No convoqué a Jenni porque creía que deportivamente no estaba en las condiciones requeridas para ejercer como necesitábamos en esa fecha. Rubiales no tuvo nada que ver, no teníamos relación", afirmó ante el juez José Manuel Fernández-Prieto. "Es que influye todo en el rendimiento deportivo", apuntó.

Además, la técnico dijo que desconocía el alcance de la situación y que no participó en ninguna conversación sobre el tema. "No hablo con Jenni", indicó. "La decisión de no convocar a Jenni es un tema deportivo y yo soy la absoluta responsable de eso, consensuada con mi equipo técnico y sin Rubiales ni Vilda", insistió.

Según relató Tomé, segunda de Jorge Vilda en el Mundial femenino, "había otras jugadoras en mejores condiciones para defender a la selección". Respecto al momento del beso de Rubiales a la futbolista, aseveró que no lo presenció y que no fue consciente de ello hasta su regreso a España desde Australia.

"No fue un castigo"

La seleccionadora defendió, ante la insistencia de la fiscal, que la exclusión no fue una medida de castigo. "En ese momento Jenni no había tenido el entrenamiento suficiente con su equipo, había tenido dos partidos donde su actuación había sido de tres y siete minutos y no la convoqué", explicó. "No fue un castigo", recalcó.

Tomé también mencionó que se unió a la RFEF en el año 2018. Sin embargo, mostró dudas sobre quién era el presidente de la Federación en ese momento, asegurando que llegó de la mano de Vilda.

Sobre su presencia en la asamblea de la RFEF en la que Rubiales anunció que no iba a dimitir por lo ocurrido, Tomé reveló que se vio obligada a asistir. "Me sentí incómoda, mucho", confesó. "Fui a la asamblea porque me lo pidió Vilda. Fui, pero no quería ir, estaba de vacaciones. Nunca había ido".

Como viene ocurriendo desde el inicio del juicio la semana pasada, la sesión de este lunes también tuvo algunos momentos de desencuentro entre las partes y el magistrado Fernández-Prieto. Uno de ellos precisamente durante el interrogatorio de Tomé. "No estamos enjuiciando a la testigo. Esto pasó después del Mundial. Convocó o lo dejó de convocar, no está sentada como acusada, está como testigo", ha recordado el juez, que llegó a calificar algunas declaraciones como "insulsas".

Otro de esos desencuentros se produjo con la acusación que ejerce la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) cuando su abogada interrogó a Tomé. "Está insistente con el acoso. ¿Le pegamos para que diga lo que usted quiere?", le espetó el juez.

Celebraciones en Ibiza

En la sesión también testificó el conseller de Deportes de las Islas Baleares, Salvador Losa, a petición de la defensa de Rubén Rivera, exdirector de Marketing de la RFEF. Losa explicó que contactó con Rivera para felicitarlo por el éxito del equipo y ofrecer Ibiza como destino para la celebración del campeonato. Según el testigo, todas las festividades estaban planificadas independientemente del beso de Rubiales y los acontecimientos posteriores.

Losa relató que la primera vez que vio a las jugadoras fue en una "comida rápida" a su llegada a la isla y que, aunque felicitó a las campeonas, no identificó a cada una de ellas de manera individual. También afirmó que en ningún momento vio a Rivera acercarse a Hermoso. "Venían con ropa de calle, con gafas de sol, venían con acompañantes. Yo, por tanto, no identifico muy bien quién es cada jugadora. Entonces, felicito a las jugadoras, pero realmente no las tenía conocidas. Por tanto, fue un saludo genérico", comentó.

Por su parte, Alejandra Hernández, esposa de Rivera, también declaró en la sesión y aseguró que estuvo presente en Ibiza antes de la llegada de las jugadoras, ya que se encontraba de vacaciones con su familia.

Según Hernández, su esposo estuvo "ocupado todo el rato" y le pidió que ayudara en la organización. Mencionó que atendió algunas peticiones de las jugadoras, como la entrega de productos de higiene íntima y bañadores, pero afirmó que en ningún momento vio a Rivera acercarse a Hermoso para intentar presionarla.

11/02/2025