Buscar
Bizkaia

El kilómetro cero de Enkarterri

El cine de Turtzioz se estrena el jueves como sede de la gala de los Laboral Kutxa DEIA Hemendik Sariak en reconocimiento al buen hacer, desde la proximidad, de nueve personas, asociaciones y empresas
El kilómetro cero de Enkarterri
El kilómetro cero de Enkarterri

Antes de que conceptos como sostenibilidad y cercanía se generalizaran, Enkarterri ya apostaba por el buen hacer basado sobre la proximidad y el cariño. No solo en lo que respecta al sector primario que sigue confiriendo identidad a la comarca, sino también en la labor de todas las personas, asociaciones y otros agentes galardonados en los XV Laboral Kutxa DEIA Hemendik Sariak que se entregarán el jueves a las 19.00 horas en el cine de Turtzioz en un ambiente de normalidad total, superadas ya las restricciones de la pandemia.

Supondrá el debut de los premios en este municipio cargado de historia, que también se reflejará en el palmarés. Ubicado en pleno centro urbano a pocos metros a pie del auditorio que albergará la gala, el palacio La Puente acogió la última sesión en Euskadi del gobierno del lehendakari Aguirre durante la Guerra Civil antes de partir al exilio. Desde allí se promulgó el Manifiesto de Trucíos el 30 de junio de 1937 con la célebre frase “el territorio habrá sido conquistado, pero el alma del pueblo vasco no, no lo será jamás”.

Encuadrado en el estilo “barroco clasicista”, se estima que el edificio “fue erigido en torno a 1779”, explica Fernando Villa, a cuya familia siempre ha pertenecido. Lo encargó “Don Felipe Jerónimo De La Puente y los Tueros, casado con Doña María Adriana Elguera y Sierra Alta, lo heredó su hijo Jerónimo y a partir de esa generación tan solo había pasado por manos de mujeres a través de los siglos hasta que llegó a mí en el año 2010”.

La familia se siente honrada de que ocupe un lugar tan prominente para la identidad vasca. Fernando escuchó por boca de su madre que “al parecer, el Obispo de Vitoria Don Mateo Mujica, amigo personal de mi bisabuela, Doña Josefina Villanueva y de La Puente, solicitó su autorización” para establecerlo como sede provisional del Gobierno vasco “y ella aceptó gustosa”. Por su situación geográfica limítrofe con Cantabria, Turtzioz se reveló como el lugar adecuado para cobijar al ejecutivo en una fase crítica de la contienda para Bizkaia. Además, “cumplía con las necesidades logísticas”. Perseguían a Aguirre tan de cerca que “su convoy viajaba de noche y con las luces apagadas, sé que el palacio fue protegido por todas partes con costales de arena y que el ejército que acompañaba al lehendakari dormía en la iglesia”. Permanecieron en la localidad un “corto pero intenso mes”. Desde entonces, el lehendakari y sus consejeros han celebrado varias reuniones institucionales allí, la última este mismo verano.

El conflicto bélico afectó a todas las capas de la sociedad, incluyendo las fábricas en su mayoría desaparecidas a las que las mujeres aportaron un capital humano imprescindible que empieza a visibilizarse. Una exposición en el Museo de las Encartaciones ensalza la mano de obra femenina en once factorías en la cuenca del Kadagua. Entre ellas, La Conchita del núcleo urbano de Sodupe, perteneciente a Güeñes, transformada desde hace años en un parque que ha conservado ese mismo nombre. No lejos de allí un mural pone en valor a las trabajadoras. Como recoge el libro editado por el museo con motivo de la muestra temporal aún abierta, los pabellones se levantaron sobre una antigua ferrería y posterior molino aprovechando el salto de agua existente para confeccionar principalmente sacos de yute.

Trabajo femenino

En una de las casas baratas construidas para residencia de los trabajadores nació Ramoni Castresana. Sus padres se conocieron y trabajaron en La Conchita en una época en la que niños y niñas conseguían empleo en la adolescencia buscando aportar a la economía doméstica. Las instalaciones disponían de comedor y una sala de cunas para que las madres pudieran amamantar sin abandonar la fábrica. Cerca había un bar, “una bodeguilla a la antigua usanza, de las del corcho en la botella” que resultó agraciada en un sorteo de lotería que reportó un pellizco a muchos trabajadores.

Pese a que la plantilla crecía hasta los años sesenta llegando a contabilizar 750 personas, en realidad se acusaba un progresivo declive del yute en favor del plástico y la competencia asiática que abarataba los precios. Finalmente, La Conchita cerró en 1973. Las inundaciones de 1983 dañaron lo que quedaba de las instalaciones y en los años noventa se optó por derribarlas.

El empuje de las mujeres y sagas familiares también se han dejado sentir en la reinvención del sector primario en Enkarterri. “Comenzaron con siete vacas en 1983 en el barrio Murrieta de Abanto”, del que la granja toma su nombre y desde donde se trasladaron a Galdames en 1997 y ahora cuidan de “180 vacas de raza frisona”, detalla Itziar Zubizarreta, que comanda la Granja Murrieta con Miguel Gómez. Pronto comercializarán su propia línea de leche pasteurizada, yogures y helados artesanos en tiendas de barrio, consumo local y kilómetro cero”, no faltarán a su cita en diciembre con la feria de Gordexola para el concurso de vaca frisona y “este año llevaremos nuestros lácteos” a estos encuentros del primer sector.

Granja Murrieta ha abierto una ventana al mundo rural en visitas guiadas en las que “¡se puede ordeñar una vaca a mano!”. Los participantes se asombran de cómo conviven con la tecnología y toman conciencia de la importancia de “exigir leche de verdad”. El campo se halla en una coyuntura tan delicada que “entre la industria láctea y distribución nos están hundiendo”, lamenta Itziar Zubizarreta, mientras “nadie hace cumplir la ley que contempla que no se pague por debajo del coste de producción”. Hay que añadir la inflación, que se traduce, por ejemplo, en “subida desmesurada de pienso y forrajes”. En ese contexto, “incluso la juventud con afición desiste”. Sin embargo, no están dispuestos a doblegarse frente a la adversidad y defienden “lo que nos apasiona”. Negocios como el suyo preservan un sector primario que es “oro para Enkarterri, ya que aquí carecemos de un tejido industrial que asegure el empleo”.

TGT Lácteos de Karrantza representa una de las excepciones. Han recogido el fruto de su trabajo en dos prestigiosos galardones por un queso “vasco, de mezcla de vaca con label”, define María José Benito, directora de planta de la fábrica. Denominado Unaiak, “se engloba en una gama Eusko Label de Hazi y Gobierno vasco para potenciar otro tipo de quesos”. Colaboran con productores “del entorno” y junto a la quesería “en la que también preparamos Idiazabal de leche de oveja cruda”, han activado “una línea de fabricación de leche UHT que envasa natas para montar, cocinar, etc., cremas vegetales a las que se puede dar una aplicación más a gran escala con las distintas medidas que ofrecemos y nata vendida en formato spray”. Del recinto del barrio Ambasaguas salen a “comercios, tiendas, industria y hostelería”. Este año calculan “una facturación que ronda los veinte millones de euros y en plena campaña salen de aquí treinta toneladas de queso”.

De una plantilla de alrededor de setenta personas, “prácticamente todas proceden de Karrantza y alrededores y hay mucha gente joven”. Recuperar la actividad empresarial en la nave de la mano del grupo catalán TGT, el Gobierno vasco la fundación Hazi y el centro tecnológico Azti significa “un impulso” para un valle “tan bonito y especial con el contrapunto de la distancia a Bilbao”. Por eso, “para quien vive aquí es un lujo y una oportunidad poder llegar al centro de trabajo sin conducir durante medio día”.

El contacto directo con la naturaleza sustenta el modelo del hotel y restaurante Amalurra. Irene Goikolea “visualizó y diseño este proyecto”, para lo cual en 1995 adquirieron una finca en Artzentales de diez hectáreas perteneciente a la Congregación Alemana de los Misioneros de la Sagrada Familia en estado de abandono desde hacía diez años. Sus nuevos inquilinos rehabilitaron la casa principal, el pequeño molino, las antiguas cuadras y se construyeron el restaurante, la cafetería, un spa y varias salas destinadas a “eventos, conferencias, trabajos de equipo y reuniones de empresa”, una de ellas con capacidad para 200 personas. Turistas y entidades de todo el mundo se relajan en este remanso de paz con “jardines y paseos” que reabrió en marzo tras unas obras y en verano ha rozado el lleno de ocupación. Entre sus planes figura reforzar la visión “ecológica y eficiente energéticamente en contacto con proveedores locales y valorando la naturaleza al aire libre como algunos huéspedes que “duermen en el bosque con sacos”.

Un lugar idóneo para las concentraciones previas a los partidos. Los jugadores del Sopuerta Sport Club de Fútbol tendrían un trayecto corto desde su municipio. Allá por julio de 1921, “Jesús Izagirre solicitó al Ayuntamiento, en nombre de varios jóvenes del pueblo, una pequeña subvención para sufragar los gastos de organización de un partido con motivo de la repetición de las fiestas patronales”, evoca la presidenta, Marta Ruiz. Se les concedieron treinta de las antiguas pesetas para aquel encuentro “génesis del nacimiento del club, en 1922”. Esta temporada entran en liza cinco equipos, el senior milita en segunda regional. “Lamentablemente, ninguno femenino por lo que las chicas deben abandonar finalizado el fútbol escolar”, pero “ya que no todo pueden ser malas noticias, Goiatz Ferraz Ibarrondo ha resultado seleccionada tanto por el equipo infantil del Athletic Club femenino como por la Selección de Euskadi”.

En un municipio disperso como Sopuerta “cobra especial relevancia el esfuerzo de todas las personas que han integrado las diferentes juntas directivas por mantener vivo el club y posibilitar que los niños, niñas y jóvenes jueguen y entablen amistad en un ambiente familiar”.

A las puertas de su trigésimo aniversario, Gordexola Saskibaloi Taldea está inmerso en “un proceso profundo de transformación y digitalización con un programa para la mejora de la gestión de las entidades deportivas”. Un gran salto porque “ni siquiera había canastas y resultó fundamental el apoyo del alcalde Eusebio Rodríguez” para arrancar el club en 1993, recuerda su presidente, Arturo Carabias, impulsor del proyecto con Pedro Intxaurrondo. La conmemoración de las bodas de plata en 2018 significó el inicio de una etapa de esplendor que culmina este año con la cifra récord de ocho formaciones”. Casi el 70% de los jugadores son mujeres.

Quien ostentó durante muchos años la dirección deportiva, Adrián Yáñez, “es el actual seleccionador femenino de España de baloncesto de silla de ruedas”. Asimismo, el club prolonga su actividad más allá de la pista. Esta temporada se van a retomar las charlas Gordexola Saskiratuz, “en las que han intervenido, entre otros, Pepu Hernández, Txus Vidorreta, Marío López, Joxean Figueroa...”

El calor humano que arropa en los buenos momentos que comparten estas dos agrupaciones deportivas se reproduce cuando golpea la necesidad. “Alrededor de 25 de personas voluntarias” de la división de Cáritas para las parroquias que conforman el municipio de Zalla –funcionan más por todo Enkarterri– sostienen iniciativas de “acogida, acompañamiento a mayores, infancia, clases de castellano, cocina, gestiones telemáticas y vivienda”, enumera el equipo vicarial de acompañamiento, con cada vez mayor implicación de la juventud. Entre las personas que solicitan ayuda figuran extranjeros que se adaptan a una nueva vida en el municipio, “pero también gente de aquí” para las herramientas que se van definiendo “en respuesta a las necesidades”.

El voluntariado acostumbra a reunirse una vez a la semana para tomar café, una manera de mantenerse al tanto de los progresos de todas las áreas y estrechar el vínculo en una comarca cercana.

Premios

Familia propietaria del palacio La Puente. Construido en torno a 1779, tiene su lugar en Turtzioz y en la historia vasca.

Trabajadoras de La Conchita. Las mujeres contribuyeron a la prosperidad durante siete décadas de esta fábrica de Sodupe.

Granja Murrieta. Visitas guiadas descubren la importancia del producto local en Galdames.

TGT Lácteos de Karrantza. Uno de sus quesos ha conquistado al jurado de dos prestigiosos concursos.

Amalurra. Un hotel único para alojamiento y actividades en contacto con la naturaleza.

Sopuerta Sport de Fútbol. El club verdinegro está inmerso en la conmemoración de su centenario.

Gordexola Saskibaloi Taldea. El baloncesto moviliza a ocho equipos y cien jugadores.

Cáritas Zalla. Atención a las personas más vulnerables con una destacada red de voluntariado.

Carmen Pérez Rodrigo. La primera mujer en ingresar en la Real Academia de Medicina del País Vasco nació en Alonsotegi.

La cita

El jueves, 13 de octubre, el cine de Turtzioz acogerá los XV Laboral Kutxa DEIA Hemendik Sariak a las 19.00 horas.

2022-10-11T09:49:04+02:00
En directo
Onda Vasca En Directo