La coordinadora general de LAB, Garbiñe Aranburu ha afirmado que lo más "indignante y bochornoso" en el conflicto de Mercedes Benz Vitoria es la actitud del lehendakari, Iñigo Urkullu, cuando reconoce "abiertamente" que está del lado de una multinacional que "chantajea" a sus trabajadores para que "empeoren" sus condiciones laborales.
Aranburu se ha expresado en estos términos durante la presentación en la sede del sindicato en Bilbao del informe de acción sindical del sindicato en 2021-2022.
Durante su intervención, Aranburu ha aludido al aumento de "flexibilidad" que empresas como Mercedes demandan a sus plantillas, una petición que, en su opinión, es una forma de precarizar aun más las relaciones laborales".
"No queremos esa modernización que reivindica una empresa como Mercedes que, con las dimensiones que tiene y los beneficios logrados estos últimos años, debería dar ejemplo y garantizar un empleo digno a sus trabajadores" pero que, realmente, lo que está intentando es "imponer otro tipo de medidas".
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En este punto, la coordinadora general de LAB ha afirmado que, en todo esto que pasa en Mercedes Benz, que trasciende el ámbito de la propia empresa, "lo más indignante y bochornoso es la actitud de las instituciones gobernadas por el binomio PNV-Confebask" y del propio lehendakari Iñigo Urkullu.
Del lado de las empresas
Aranburu ha remarcado el hecho de que "el propio lehendakari, en la misma sede de una multinacional que chantajea a los trabajadores para que empeoren y rebajen sus condiciones de trabajo, les pide que acepten la precariedad y reconoce, abiertamente, que está del lado de la patronal".
En ese sentido ha añadido que, aunque eso fuera "algo que ya sabíamos, eso no le quita la gravedad a comprobar que, realmente, estamos ante un gobierno que siempre está del lado de las empresas y que nunca escucha la voz de los trabajadores", ha criticado Aranburu.
"Estamos ante un gobierno para el que los trabajadores son pura mercancía a los que las empresas puedan seguir sacando su plusvalía" ha apostillado.
A continuación, y en relación a la petición de la dirección de la planta a la plantilla de condicionar la inversión millonaria a esa mayor flexibilidad laboral, Aranburu ha manifestado que los trabajadores de Mercedes Benz ya conocen "de primera mano" lo que conlleva esa flexibilidad, porque, a día de hoy, la empresa "ya aplica muchas medidas de flexibilidad y saben lo que es la imposibilidad de conciliar y la precariedad que supone adoptar esa flexibilidad".
Finalmente, se ha felicitado de que, en estos momentos en los que "la multinacional está chantajeando a la plantilla, ésta no se achanta y está hablando muy claro, diciendo que 'no' a esa flexibilización y paralizando la actividad en la planta".