No hay una sola forma de ser vasco en Europa pero, indudablemente, la denominación de origen bajo la marca Euskadi ha dejado huella a través de los representantes de las diferentes formaciones políticas, de uno a otro espectro. Tanto el funcionamiento como los objetivos de la Cámara continental se han ido transformando estas últimas cuatro décadas, al igual que la geopolítica y las maneras de encarar los conflictos, tanto los generados por los episodios bélicos que han afectado al continente como los económicos, bien fruto de una recesión o de una crisis sanitaria sin precedentes. Retos a los que han hecho frente la veintena larga de eurodiputados vascos que han logrado sentarse en la Eurocámara en todo este tiempo y que son la génesis de lo que recogerán quienes ahora lleguen.
"Hemos sido capaces de cambiar la visión de la importancia de estar aquí y la conciencia de cumplir con la normativa europea. Hemos difundido también lo que hoy es Euskadi, la defensa de sus instituciones, así como el desarrollo de protección de los derechos fundamentales que nos corresponden como minoría funcional y lingüística que somos", destacan desde el equipo de la eurodiputada jeltzale Izaskun Bilbao, que en 2009 arrancó un periplo al que pone ya su broche después de arremangarse en áreas tan trascendentes en nuestra tierra como la industria, el transporte y la pesca. Quien fuera presidenta del Parlamento Vasco recogió el testigo de dirigentes del PNV tan ilustres como Josu Ortuondo (1999-2009) o el mismísimo Josu Jon Imaz (1994-1999), así como Jon Gangoiti (1989-1992) o antes Andoni Monforte (1986-1987). Bilbao, que ha llegado a estar incluida en el Top 20 de los eurodiputados más activos de la Eurocámara, ha llevado a rajatabla la máxima de "lo que afecta a Europa, también a Euskadi, y viceversa", presentando cientos de propuestas de resolución y preguntas parlamentarias, tocando asuntos que han ido desde la impunidad de los crímenes franquistas a los abusos sexuales, la igualdad de género, el tránsito europeo en puertos o el ferroviario. Algunas convertidas luego en leyes como la Green Deal para detener los gases de efecto invernadero.
Izaskun Bilbao (PNV) cede el testigo tras un periplo que arrancó en 2009 y que ha colocado a Euskadi en el mapa europeo.
La Conferencia sobre el Futuro de Europa fue un foro desarrollado en 2021 y 2022 donde gestó una intensa tarea, dentro de la diversidad europea, para mostrar que el déficit democrático de las instituciones puede ser rellenado echando mano de la proximidad al ciudadano para generar una gobernanza distinta. "Nos empeñamos en que las propuestas se reflejaran en una reforma de los Tratados, del funcionamiento de la UE, desarrollando un proceso para tejer una proposicion donde, por ejemplo, conflictos territoriales como el catalán, que proceden del no reconocimiento de estas naciones, se arbitren con mecanismos de mediación de acuerdo con las normas y valores europeos, en vez de tener una respuesta penal", dicen. A ello se suma, en el ámbito del reconocimiento de las naciones sin Estado, una propuesta sólida en la defensa de los derechos lingüísticos por la vía de su revisión.
Antes, habían ejercido la representación jeltzale, entre otros, Josu Ortuondo (1999-2009) y Josu Jon Imaz (1994-1999).
Visión soberanista
Por otro lado, la visión soberanista ha estado representada en el espacio de la izquierda abertzale, esta última legislatura y si es reelegido la próxima, por Pernando Barrena, colaborando dentro del grupo parlamentario The Left, especialmente en materia de libertades civiles y migraciones. Partidario de un tratamiento especial para el sector primario, su foco se centra en denunciar las "consecuencias devastadoras" del Pacto europeo de migración y asilo, además de "colocar a Euskal Herria representada en los ámbitos de decisión europeos". Sucedió en 2019 en el puesto a Josu Juaristi (2014-2019), que devolvió a esta marca su sitio tras diez años de ausencia por su ilegalización, y que sirvió de puente con Bruselas introduciendo dos enmiendas en el informe europeo de política penitenciaria, entre otros logros, en un trance donde Euskadi asentaba el proceso de paz. Anteriormente ocuparon este cargo Koldo Gorostiaga (1999-2004), Karmelo Landa (1990-1994) o Txema Montero (1987-1990). Este último formó parte del primer grupo de europarlamentarios que viajó a la RDA, en 1988, para una reunión celebrada en un búnker, una época donde el Parlamento era más un foro de debate que una Cámara de producción legislativa.
Koldo Gorostiaga (1999-2004) fue el rostro de la izquierda abertzale antes de que la ilegalización dejara a este espacio sin representación durante una década.
Fueron igualmente eurodiputados Iñaki Xabier Arazabalbeitia, de Aralar (2013-2014), además de, por Eusko Alkartasuna, Gorka Knörr (1999-2001) y el lehendakari ohia Carlos Garaikoetxea (1987-1991), que quiso imprimir el sello vasco e ideal europeísta de personalidades como José Antonio Aguirre, Manuel de Irujo o Landaburu. El entonces líder de EA fue el impulsor de un partido de pueblos sin Estado, Alianza Libre Europea, que congregaba a escoceses, galeses, flamencos o corsos, en plena emancipación de los países del Este y de la antigua Yugoslavia. "Cuando nadie recibía a un líder de Kosovo masacrado por Milosevic, o a los kurdos cuando los gaseaba Husein, lo hacíamos nosotros", ha recordado siempre.
El lehendakari ohia Carlos Garaikoetxea ejerció como eurodiputado de EA entre 1987 y 1991.
También acabaron en la Eurocámara nombres de referencia, por ejemplo dentro del PSE, como Barbara Dührkop (1987-2009), que hizo de Europa casi una profesión; Ramón Jáuregui (2009-2010 y 2014-2019); la ínclita Rosa Díez (1999-2001) antes de su giro a la derecha; y Eider Gardiazabal, desde 2009, muy centrada en el área presupuestaria, o Iratxe García, desde 2004, miembro de la comisión de Desarrollo Regional y de Derechos de la Mujer e Igualdad.
Ramón Jáuregui (2009-2010 y 2014-2019) ha sido figura clave dentro del socialismo.
Terrorismo
Por su parte, desde el PP, oposita de nuevo Carlos Iturgaiz (2004-2019), que fue miembro de la comisión de Pesca y entre cuyas propuestas de resolución se hallaron cuestiones sobre el terrorismo o el futuro de la ACB de Sestao; coincidiendo en el tiempo con Jaime Mayor Oreja (2004-2014) o el iruñés Pablo Zalba (2009-2016). Mientras, desde UPyD, irrumpió desde 2014 Maite Pagazaurtundua, centrando su trabajo en cuestiones que afectan a las víctimas del terrorismo -desde 2019, como miembro independiente de C's -. Por la formación magenta estuvo Fernando Maura (2014-2015).
Carlos Iturgaiz (2004-2019) y Mayor Oreja (2004-2014) llevaron la voz unionista del PP vasco.
A todos estos nombres hay que añadir los de Juan Mari Bandrés (1989-1994), de Euskadiko Ezkerra; Javier Pomés (1993-2004), de UPN; o el de Xabier Benito (2015-2019), de Podemos, ligado a los movimientos ecologistas vascos al estar sumergido en la comisión de Investigación, Industria y Energía, lo que le llevó a invitar a Bruselas a colectivos como la coordinadora Coke Ez, la plataforma Autopista Elektrikoriz Ez o Gura SOS.
Igual cometido, centrado en las víctimas, que el de Maite Pagazaurtundua, desde 2014, con UPyD y C’s.
Todo apunta a que esta vez se unirán a la causa europea la jeltzale Ohiane Agirregoitia, así como las socialistas Idoia Mendia y Leire Pajín.