En el corazón de Tanzania, concretamente en el Valle del Rift, se halla un lugar insólito y que nos intriga a partes iguales.
El Lago Natrón, un lugar alejado de cualquier lugar y caprichoso con todo tipo de fauna que se le acerca.
Sobre un terreno precario y pantanoso, su difícil acceso hace del lago un lugar de visita comprometida.
El lugar donde únicamente los flamencos son capaces de extraer la escasa agua, tiene el poder de petrificar a todo tipo de animales que toquen el agua.
Número uno en el podium de la intriga
Este curioso proceso estático es debido a sus aguas ricas en carbonato de sodio.
La 'momificación' también se debe a la ascensión de temperaturas, de unos 60 grados centígrados, así como a su PH alcalino.
Esta espantosa forma de morir también ha formado parte de la historia. En el antiguo Egipto, este tipo de sustancia se utilizaba para secar a las momias.
No obstante, el lago sí goza de seres capaces de habitar su interior.
Las algas de color rojizo, así como un tipo de pez, han conseguido adaptarse a estas duras condiciones.
Además, también es común observar una bandada de flamencos, que, presumen ser los únicos protagonistas de este lago.
Por otro lado, la temperatura de las aguas se debe a la ceniza del cercano volcán Ol Doinyo Lengai, que por consiguiente hacen desprender el calor en sus aguas laterales.
Nick Brand, un fotógrafo conocido por ver este fenómeno por sus propios ojos, trata de narrar y mostrar las imágenes más insólitas en su libro "Across the Ravaged Land".
"Se encuentran criaturas de forma inesperada arrastradas por el agua a lo largo de la costa del lago, entre las que se ven a toda clase de pájaros y murciélagos petrificados", así sostiene el fotógrafo en la BBC.
Con el número uno en el podium de la intriga, este lugar es uno de los más siniestros para muchos, aunque también es un pequeño oasis para especies como las algas rojizas o los flamencos enanos.
Una vez más podemos observar como nuestro globo terráqueo jamás parará de sorprendernos.