Gipuzkoa

El largo viaje del pintor elgoibartarra 'Luziano' llega a su última estación

Reconocido retratista y pintor de paisajes, nació en Elgoibar en 1931 y tuvo una vida marcada por los viajes que se inició como 'niño de la guerra' en la Guerra Civil y le llevó a recorrer distintos lugares del mundo impulsado por su pasión por la pintura
'Luziano' mantuvo la pasión por pintar hasta el final de su vida / Miguel Ruiz-Poveda

El 9 de marzo de 2025 llegó a Elgoibar la noticia del fallecimiento en Madrid de uno de los grandes artistas que ha dado esta localidad, el pintor Lucio Ruiz-Poveda, más conocido como Luziano.

Luziano nació en Elgoibar en 1931 y, con tan solo seis años, se vio a bordo del vapor Habana camino de Francia, huyendo de los horrores de la Guerra Civil como otros miles de niños.

Pasión por la aventura

Su estancia en Francia le permitió ver una realidad alejada del ambiente humilde que se vivía en su casa. al igual que en otros muchos hogares de Elgoibar en aquella época.

A su regreso, comenzó a mostrar el espíritu artístico que iba a marcar su vida, así como una pasión por la aventura que le llevaría a convertirse en un viajero impenitente.

Todo tipo de personajes

Sus andanzas le llevaron a compartir experiencias y a pintar todo tipo de personas.

Sus pinceles y lápices retrataron desde prostitutas, marineros, músicos, ladrones y mendigos, con los que compartió vivencias en Las Cortes de Bilbao y los barrios más sórdidos de París y otros lugares del mundo, a personajes ricos y famosos que pintó en los más lujosos hoteles y en otros escenarios en los que hizo gala de su arte.

Nepal fue uno de los destinos en los que 'Luziano' encontró fuentes de inspiración para su obra Cedida

Viajes

Luziano vio en la pintura una fórmula para dar rienda suelta a su creatividad y, a la vez, para labrarse un futuro.

En ese camino contó con la inestimable ayuda de su mujer, Carmen, un firme apoyo en ese largo viaje juntos por la vida que terminó con el fallecimiento de ella.

París, Madrid, Estados Unidos, México, Marruecos, India y Nepal fueron testigo de los viajes de Luziano, un hombre que a base de tesón fue labrándose un nombre en los círculos artísticos como autor de retratos y paisajes.

Fachadas antiguas

Paisajes costeros, pequeños pueblos, y, en especial, fachadas de edificios antiguos que buscaba con pasión en su recorridos por las zonas rurales de la península fueron definiendo una seña de identidad que lo convirtió en un referente pictórico.

Pintor hasta el final

Todo ello se acompañaba de una inagotable energía que le ha llevado a pintar hasta el final de su vida. De hecho, en su ánimo estaba seguir pintando a pesar de su avanzada edad y una larga enfermedad que lastraba sus capacidades físicas. "Todavía pensaba en seguir pintando y en acabar los proyectos que tenía", manifestó su hijo, Miguel, al poco tiempo del fallecimiento de su padre.

Una muestra de ese vigor ya quedó de manifiesto en la entrevista que ofreció a Noticias de Gipuzkoa el pasado mes de abril, coincidiendo con su última exposicion en Elgoibar. “Estoy centrado en la abstracción. Es un campo que empecé a trabajar hace 20 años pero ahora me dedico a él de lleno. He encontrado la forma de mostrar lo que llevo dentro con el color, las formas y las texturas, dejando a un lado el aspecto figurativo de mi obra”.

El pintor elgoibartarra durante la presentación de una exposición en su localidad natal en el año 2012 Aitor Zabala

El vínculo con Elgoibar

Pese a esas ansia de viajar, Luziano no perdió nunca su vínculo con Elgoibar.

Cada entrevista con él era un continuo recuerdo a su infancia en la localidad en la que nació, así como a su madre, Cristina, a sus hermanos, y a aquellos amigos con los que compartió niñez y primera juventud antes de lanzarse al mundo impulsado por sus ganas de aventura.

Elgoibar ha sido también fuente de inspiración de su obra. "Elgoibar era un pueblo ideal para ser pintado cuando era joven. Los pocos turistas que pasaban paraban sus coches para fotografiar la torre de la parroquia de San Bartolomé, el convento y las casas de Santa Clara, donde nací”, manifestó en la entrevista publicada en abril de 2024.

El sueño de un piso en la costa

Esa estrecha relación con Elgoibar se hacía extensiva al conjunto del País Vasco y, en especial, a Zarautz, donde adquirió una vivienda y abrió una galería que mantuvo activa hasta el año 2017.

“Cuando era joven y estaba en París soñaba con tener un estudio junto al mar. Esa oportunidad se dio cuando el modisto zarauztarra Teodoro Rochas me planteó comprar un piso y un local junto a la playa de Zarautz. Viví años bonitos en los que hice amistad con figuras como Xabier Arzallus y José María Arizmendiarrieta, el padre del cooperativismo. Arizmendiarrieta disfrutaba de 15 días de vacaciones en Zarautz y solía bajar al estudio a charlar y a escuchar historias sobre mis viajes y el tiempo que viví en París".

Descanso tras un largo viaje

A los 93 años ha llegado el final de la vida de Luziano y, con él, el de un largo viaje que se inició en Elgoibar en 1931 y se afanó por llenar de experiencias y aventuras, con la pintura como motor para llegar a los mas recónditos rincones del mundo.

10/03/2025