Andoni Iraola lleva tiempo siendo una de las sensaciones de los banquillos. Nadie es ajeno a su labor en el Rayo Vallecano, club destinado a eludir el descenso y que actualmente ocupa la quinta posición, que da derecho a competir en la Europa League, y está a solo tres puntos de la Champions League. Por su buen hacer durante las últimas campañas, el Leeds ha fijado su atención en el técnico guipuzcoano.
El conjunto inglés es actualmente decimoséptimo en la Premier League y está empatado a 18 puntos con el Everton, el equipo que marca la línea del descenso. La racha de siete partidos sin ganar en la competición liguera ha motivado al Leeds a destituir hace solo unas horas a Jesse Marsch, a quien podría reemplazar Iraola dado el interés del club de hacerse con sus servicios, tal y como publica The Athletic y también la BBC.
El exjugador del Athletic inició su carrera como entrenador en el Antiguoko como técnico del equipo juvenil. Solo unos meses después, en la temporada 2017-18, dio el salto al campo profesional cuando asumió las riendas del AEK Larnaca chipriota gracias a la influencia de su excompañero en Bilbao Ander Murillo. Allí logró clasificar el equipo para la fase de grupos de la Europa League y alcanzó su primer títulos, la Supercopa de Chipre. Terminó siendo cesado, pero su irrupción en los banquillos fue tenida en cuenta por el Mirandés, que se hizo con sus servicios para la campaña 2019-20.
En el plantel burgalés, recién ascendido a Segunda División, no solo logró la salvación, sino que firmó la undécima posición. Pero más trascendencia aún tuvo su acceso a las semifinales de la Copa después de apear del torneo a tres equipos de Primera (Celta, Sevilla y Villarreal). Al concluir el curso, anunció que dejaba el club para mudarse al Rayo Vallecano.
Con el equipo madrileño terminó la 2020-21 en la sexta plaza de LaLiga SmartBank para conseguir el ascenso a Primera en los play-off, donde Iraola y los suyos se vistieron de épica al caer por 1-2 en la ida y remontar por 0-2 en la vuelta frente al Girona. En su primera experiencia en máxima división estatal, Iraola firmó la salvación con holgura al concluir en el decimosegundo puesto y, por segunda vez consecutiva, se clasificó para las semifinales de la Copa.