El lehendakari no renuncia a un acuerdo presupuestario con EH Bildu, pero cada vez está más claro que no lo ve nada cerca. Tras unos días marcados por las declaraciones de la coalición abertzale, Imanol Pradales ha tenido este miércoles la oportunidad de transmitir el relato del Gobierno vasco, y ha dejado ver que le escama la actitud de EH Bildu en esta negociación. Le llama la atención que no haya incorporado al diálogo temas nucleares como la transición energética o el euskera y que, por el contrario, se haya centrado en el salario mínimo y la vivienda, dos ejes que, en privado, algunas voces del Gobierno vasco interpretaban como un intento de EH Bildu de presentarse como la principal defensora de las causas de la izquierda.
PNV y PSE tienen la mayoría absoluta necesaria para aprobar las Cuentas, pero Pradales ha mantenido en la entrevista concedida a Onda Vasca que quieren ampliar el consenso. Ahora bien, la desconfianza es patente. Ha dicho que las posiciones están "alejadas" en vivienda, entre otras razones porque, según ha revelado, EH Bildu no quiere profundizar en el papel de los ayuntamientos para movilizar lonjas aunque gobierna en más de cien municipios; y ha repetido que no se puede legislar desde la comunidad autónoma sobre el salario mínimo porque es competencia estatal. Como conclusión, cree que "es importante saber si EH Bildu, que continuamente interpela para conseguir pactos de país, quiere jugar con una actitud responsable y acordar materias que afectan al conjunto del país y a retos de país, o lo que hace es intentar aparentar que quiere llegar a un acuerdo y jugar a la confrontación", seguir manteniendo la dinámica que ha llevado históricamente.
Pero, más allá de estas Cuentas, el lehendakari ha deslizado que el desenlace de esta negociación puede marcar a futuro la relación entre las partes o el nivel de confianza para abordar retos de país. "Si son incapaces de un acuerdo presupuestario, a uno le hace ser desconfiado sobre el resto de acuerdos. Le toca decidir si va a jugar a la responsabilidad o la confrontación. Es importante ver su actitud", dijo, para añadir que espera ver si es la misma que ha defendido en Nafarroa y Madrid.
Esta semana estaba llamada a ser clave, porque el martes que viene se votan las enmiendas a la totalidad. De hecho, este mismo jueves tendrá lugar una nueva reunión, donde el Gobierno presentará una nueva oferta a EH Bildu. Sin embargo, el coordinador general de la coalición, Arnaldo Otegi, asegura que su fecha límite es el día 20, la votación final, lo que supone estirar las conversaciones. En paralelo, tanto él mismo como Nerea Kortajarena han concedido dos entrevistas en las que parecían deslizar un acuerdo sobre el salario mínimo interprofesional que no existe, ya que el vicelehendakari segundo, el socialista Mikel Torres, ha dejado claro que solo puede actuar dentro de la ley, elaborar un documento con una posible cifra, y entregar la información a la mesa del diálogo social para impulsar el debate y que empresarios y sindicatos lo analicen. Otegi apuntó una posible reforma del Estatuto de los Trabajadores (que se tendría que aprobar en el Congreso de los Diputados) para que las comunidades puedan complementar el salario que fija el Estado, pero el Gobierno vasco no tiene constancia de ningún movimiento. Han sido días de confusión, y parece que el Ejecutivo empieza a ver gato encerrado.
"Diferencias de criterio relevantes"
"Como Gobierno de coalición contamos con una mayoría suficiente y vamos a tener Presupuestos", aclaró en primer lugar Pradales. Tras reconocer y "agradecer el gesto" que tuvo EH Bildu al no presentar una enmienda a la totalidad, añadió que le sorprende "muchísimo" que EH Bildu haya decidido sacar de la negociación temas muy relevantes: "euskera, cultura, industria, migración, seguridad, transición energética... y solo quiere hablar de vivienda y salario mínimo interprofesional". "Sobre el salario no tenemos competencias legislativas propias, y en todo momento hemos dicho que existe una mesa de diálogo social donde se puede hablar del salario mínimo de convenio, y en ese sentido estamos hablando. En políticas de vivienda, lo que tenemos sobre la mesa es una diferencia sustantiva de las posiciones porque el modelo de EH Bildu y del Gobierno no coinciden, tenemos diferencias de criterio relevantes", aclaró. Y, en este punto, se explayó con datos concretos, quizás para rebatir la versión de EH Bildu, que había acusado al Gobierno de no tener una orientación clara en las políticas públicas, carecer de ambición y no impulsar un parque de vivienda suficiente.
En concreto, Pradales dijo que le sorprende "muchísimo" que Bildu "ponga sobre la mesa que los suelos públicos se pongan a disposición de la iniciativa privada, que es la contradicción in terminis, porque el suelo público debe ser para iniciativa pública directa", y le sorprende también "que se olvide del ámbito municipal", de la labor de los ayuntamientos para segregar pisos grandes y aflorar así más de un piso, convertir lonjas en viviendas... "EH Bildu no quiere ni siquiera hablar cuando gobierna en más de 100 municipios. Nos sorprende que no quiera hablar de cómo implicamos a los municipios vascos. Por tanto, hay bastante cuestiones en las que estamos en posiciones muy diferentes. ¿Significa que renunciamos al acuerdo? No, pero estamos en posiciones alejadas", reconoció.
"Jugar a la confrontación"
Fue en una pregunta sobre sus prioridades para el próximo año 2025 cuando se mostró más claro sobre la desconfianza en esta negociación. Entre sus prioridades, volvió a hablar del acuerdo de salud, de que Euskadi esté presente en la toma de decisiones en Europa, del impulso a las transferencias y el autogobierno futuro, un salto en el uso social y laboral del euskera, la política industrial... y fue esta reflexión la que le dio pie a preguntarse qué papel va a jugar EH Bildu y qué actitud va a demostrar en el primer gran hito de la legislatura, estos Presupuestos. "Por eso es importante saber si EH Bildu, que continuamente interpela para conseguir pactos de país, quiere jugar con una actitud responsable y acordar materias que afectan al conjunto de país y a retos de país, o lo que hace es intentar aparentar que quiere llegar a un acuerdo y jugar a la confrontación".
Promover vivienda protegida con el Banco Europeo de Inversiones
En materia de vivienda, una de las cuestiones de la negociación, le preguntaron si la empresa pública que anuncia Pedro Sánchez desde el Gobierno español está inspirada en la comunidad autónoma. Pradales reivindicó que hay dos empresas de vivienda, una que promociona alquileres, Alokabide, y otra de viviendas, Visesa, pero él está mirando "más allá". "Cuando estuve en Luxemburgo con la presidenta del Banco Europeo de Inversiones, Nadia Calviño, le planteé un mecanismo público-privado para que, con un capital del Gobierno vasco, pudiéramos concitar el interés privado y la financiación del BEI para promover vivienda protegida de una manera distinta. Este es un modelo que en Europa no existe, y se valoró muy positivamente. Estamos viendo con el consejero Itxaso un nuevo instrumento en colaboración con Hacienda buscando o intentando que la financiación venga desde Europa. Hay que seguir innovando en la política de vivienda para dar respuesta a una demanda social que es obvia. Tenemos un problema de oferta, necesitamos promover más vivienda pública y privada", concluyó.