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¿Empieza una nueva era en las relaciones entre el Estado y la comunidad autónoma vasca? Este miércoles, lo que se ha hecho es activar los instrumentos necesarios para que sea así. En La Moncloa, y presidida por Imanol Pradales y Pedro Sánchez, se ha producido la primera reunión en la historia de la Comisión Bilateral Permanente de Cooperación, que nunca antes se había reunido en 45 años de Estatuto de Gernika. Además de abordar las competencias que aún deben ser transferidas a las instituciones vascas, este foro sirvió para abrir espacios de colaboración en cuestiones que el lehendakari considera determinantes. En la rueda de prensa posterior a la Comisión y a un encuentro previo a solas con el presidente español, Pradales celebró que ambos gobiernos se han comprometido a impulsar la macrorregión atlántica para que territorios como el vasco no pierdan influencia en Europa. Se han creado grupos de trabajo para impusarla, y también para el uso del euskera en la Eurocámara.
La conclusión que se extrae es que ambas partes van a redoblar los esfuerzos diplomáticos ante los estados en los que se insertan los territorios que quieren formar parte de esta macrorregión, y ante la Comisión Europea, que es quien tiene que crearla. El órgano es clave para no perder influencia y captar inversiones ferroviarias o energéticas. El lehendakari se comprometió a organizar a principios del año que viene en Bilbao una cumbre entre los secretarios de Estado para la Unión Europea de los estados español y francés y Portugal; y a presentar en abril en la asamblea general del arco atlántico que él preside una hoja de ruta para crear este órgano. El Gobierno español, según relató, va a “impulsar y consensuar la postura favorable de los ministerios de exteriores de los gobiernos de Francia, Irlanda y Portugal” y a “presentar un memorándum sobre la macrorregión en el Consejo de Asuntos Generales para lograr que el Consejo Europeo emita un mandato bajo la presidencia polaca en el primer semestre de 2025”. Se da la circunstancia de que el propio Pradales acaba de llegar de un viaje a Bruselas en el que logró el respaldo de la presidenta del Europarlamento, Roberta Metsola, y se mostró esperanzado en el semestre polaco porque sus autoridades respaldan la macrorregión.
Más capacidades para la CAV ante la migración
En cuanto a la migración, Pradales repasó que en la última década “son casi 100.000 las personas migrantes que han llegado a Euskadi”, este es un fenómeno que va al alza y no es pasajero, y esto obliga a conseguir capacidades propias para poder desarrollar una estrategia adecuada. Tras argumentar que la sociedad vasca necesita a estas personas por su fuerza laboral, pidió un plan estratégico de migración, una modificación de la Ley de Extranjería que permita dotar a la comunidad autónoma de mayores competencias en materia de inserción sociolaboral, la competencia para conceder las autorizaciones iniciales de trabajo para las personas extranjeras, y trabajar en los países de origen con asociaciones empresariales, educativas y agencias de cooperación para garantizar en el futuro una inserción laboral digna. Sobre los menores no acompañados, trasladó al Gobierno español los “desequilibrios” en el reparto, pidió crear una memoria económica que lo soporte y “otorgar recursos extraordinarios a quien mayor esfuerzo realice”. Añadió su apuesta por establecer protocolos con la fiscalía para agilizar la identificación de las personas y conocer así si son o no menores de edad.
Euskera
Sobre la oficialidad del euskera en la Unión Europea, apostó por mantener el trabajo “discreto y continuado”. El Ejecutivo de Sánchez se compromete a “avanzar en la creación de un grupo de trabajo con la Comisión Europea, similar al establecido para el gaélico, en el que se incluya también al Gobierno vasco”.
Pradales entregó al presidente “un documento que recoge el estado de la cuestión” en estas tres áreas. Como mensaje político, el lehendakari aseguró que “el reto demográfico, la gestión de la migración, nuestro desarrollo económico-industrial, el rol de Euskadi en Europa, el euskera o el cumplimiento del Estatuto, el momento actual y los retos a los que se enfrenta Euskadi, evidencian que tenemos que mejorar nuestro autogobierno; actualizar, ensanchar y mejorar las capacidades políticas que hoy tenemos para seguir creciendo en bienestar y mejorar la calidad de vida de la sociedad vasca”.