La ronda de contactos del lehendakari Pradales no se va a desarrollar en exclusiva dentro del perímetro vasco y del territorio estatal. Su Gobierno mira a la Unión Europea con el objetivo de conseguir que se reconozca el uso oficial del euskera en sus instituciones, para garantizar la competitividad de la industria y para conseguir que las instituciones vascas tengan presencia en los órganos donde se debate la fiscalidad o se intercambian bases de datos sobre la delincuencia y el yihadismo. De ahí que Pradales anunciara este viernes que, tras el verano, quiere mantener una serie de reuniones en Bruselas. Aún no se han concretado, pero podrían tener como protagonistas a los nuevos comisarios en un momento de relevo en las instituciones comunitarias, ya que el propio Pradales se refirió a ese cambio de caras. “Es importante cuidar la relación desde el primer momento”, dijo.
Pradales realizó este anuncio en Ajuria Enea, en la rueda de prensa posterior a su reunión con la asociación de municipios, Eudel. En concreto, la reflexión salió a relucir tras una pregunta sobre la segunda vuelta de las elecciones en el Estado francés, que tendrá lugar este domingo bajo la amenaza del auge de la ultraderecha. Pradales se refirió en general a los cambios que se están produciendo en el mapa político de la Unión Europea, también en el Reino Unido con la victoria laborista, y después se refirió de manera expresa al caso francés, donde esperó que “la sociedad piense bien su voto y que no gane la ultraderecha”. “En cualquier caso, lo que pone sobre la mesa es la situación en la Unión Europea con el auge de los movimientos ultras y, por otro lado, que lo que ocurre en la Unión Europea nos afecta de manera directa, y lo importante que es que, mirando a las próximas generaciones, Euskadi tenga una posición en la Unión Europea. Y eso exige que Euskadi tenga voz en las mesas y foros de la Unión Europea. Yo tengo claro que, cuando pase el verano, quisiera tener unas primeras reuniones en Bruselas porque habrá nuevos comisarios y es importante cuidar la relación desde el primer momento”, explicó. Los principales dirigentes europeos han alcanzado un acuerdo que aleja a la ultraderecha del poder y que revalidará a Ursula Von der Leyen como presidenta de la Comisión.
El Ecofin, el TAV, euskera...
La presencia de Euskadi en el Ecofin, el Consejo que reúne a los ministros europeos de Finanzas, es una reivindicación histórica del PNV que se justifica en la existencia de las haciendas forales vascas, con competencias propias para recaudar y gestionar sus impuestos. También ha solicitado la presencia de Euskadi en el Consejo de Interior y Justicia porque la Ertzaintza es una Policía integral. Hasta la fecha, existe una especie de presencia interpuesta, con el Estado de por medio: en el Ecofin, las haciendas vascas solo participan en los grupos de trabajo que preparan las reuniones pero no participan en el pleno, y en el Consejo de Interior hay un intercambio de información con el Estado. El programa de Gobierno de PNV y PSE, por su parte, apuesta por “reforzar la participación y visibilidad de Euskadi, como territorio con competencias fiscales y tributarias, en los órganos de decisión europeos del ámbito económico tributario-financiero”, su incorporación en la delegación española que asista a las reuniones de los grupos de alto nivel, así como a las reuniones plenarias, e impulsar la presencia vasca en los foros internacionales de fiscalidad de la OCDE.
Pradales quiere abrir una nueva vía de comunicación en un momento de relevos que también se han producido en el propio Gobierno vasco. Su predecesor, Iñigo Urkullu, mantuvo poco antes de las elecciones unos contactos con la comisaria de Transportes (para agilizar las conexiones del TAV en la muga con el Estado francés, donde han surgido fricciones por el incumplimiento de los plazos por parte de las autoridades galas), y con otras autoridades comunitarias para abordar la oficialidad del euskera o las reformas necesarias para dar voz y voto a los territorios con competencias legislativas.
El propio Pradales, antes de las elecciones vascas, estuvo en Bruselas en una reunión del grupo Renew Europe y puso en agenda el euskera, la presencia vasca, y la conveniencia de eliminar la regla de la unanimidad que ralentiza la toma de decisiones.