EL León estrena una versión a gasolina de 130 caballos. No es la más potente, tampoco la más asequible ni la más austera. Pero probablemente es la más recomendable para quien busque un turismo solvente, fiable y a buen precio. El León, automóvil de estampa discreta, concepción cabal y confección impecable, acaba de simplificar su oferta de acabados y motorizaciones. Esa reordenación pone de relieve la nueva variante animada por el bloque a gasolina 1.5 TSI, que destaca por su armonía entre agilidad y economía (desde 26.810 euros, sin contar promociones).
La declinación con 130 CV del motor 1.5 TSI se incorpora al catálogo para ocupar el hueco liberado por la de 150 CV, reservada para el León que reinterpreta Cupra. Lejos de desincentivar a la clientela potencial, la rebaja en la potencia ofertada pone al León en sintonía con la tendencia de la demanda. Quienes eligen turismos compactos como este de SEAT prefieren mayoritariamente versiones con potencia media, entre 120 y 130 CV, que representan el 38% de las matriculaciones del segmento. En una de cada cinco compras (el 22%) se opta por motorizaciones modestas, con menos de 110 CV; el 15% prefiere bloques intermedios, de 110 a 130 CV; solamente el 14% de la clientela solicita motorizaciones más solventes, por encima de 150 CV; entre estas y las más demandadas hay un vacío de oferta y demanda (apenas genera un 11% de los pedidos).
Así que SEAT intenta pescar en un caladero a priori propicio, con el anzuelo de un León que ostenta las cualidades idóneas para convencer. El longevo y popular producto apela ahora a la racionalidad en la compra, en especial por medio de esta nueva versión, una de las más asequibles y sensatas de la categoría. Curiosamente, el León es uno de los modelos favoritos del público joven; la media de edad de su clientela es inferior incluso a la del Ibiza.
El repertorio actual de este clásico siempre al día plantea versiones desde 26.090 a 40.010 euros. Son el resultado de combinar dos carrocerías (compacta de cinco puertas y familiar) con dos definiciones (Style y FR) y motorizaciones a gas, diésel y gasolina –una de ellas con hibridación ligera y otra enchufable–, que cubren un abanico de potencia entre 110 y 204 CV. En esa nómina destacan las recientes variantes animadas por la mecánica 1.5 TSI, bien posicionadas respecto a la competencia.
El León de 130 caballos despliega una tarifa oficial que asciende desde los 26.810 euros de la interpretación más sencilla, la Style con paquete de equipamiento XS (los XM y XL son más completos y costosos). En la cúspide de la gama figura la variante FR con acabado XL, que reclama 29.110 euros. La horquilla económica del formato familiar Sportstourer discurre en paralelo, desde 28.170 a 30.400 euros. Como es habitual, esos desembolsos se pueden ver reducidos por dos vías. Una es accediendo a la deducción por financiar la compra a través de la entidad bancaria asociada al fabricante; la otra pasa por los descuentos puntuales del mismo.
La marca pone como ejemplo de competitividad la variante intermedia, con la definición deportiva FR y el paquete adicional XS. Llega a sus destinatarios provista de abundantes dotaciones, puesto que acompaña los recursos de seguridad, conectividad, asistencia a la conducción y confort asiduos con otros que no lo son tanto: sistema de navegación con pantalla de 10 pulgadas, SEAT Drive Profile con selector de modos de conducción (Eco, Normal, Sport e Individual), cuadro de mandos digital, llantas de aleación de 17 pulgadas, sensor de parking trasero y cofre apoyabrazos central.
Esta ejecución sale a la venta con un precio de 28.590 euros, desembolso inferior al que exigen casi todos los rivales equiparables. Solamente queda por debajo el C4, puesto que el León empata con el i30 y mejora los números de Ceed, Focus, Corolla y 308.