Defenestrado semanas atrás, vuelve a soñar con la permanencia tras ganar al Atlético a domicilio y sumar siete de los nueve últimos puntos en juego
EL Athletic, como le ocurrió en su último compromiso liguero ante el Barcelona en el Camp Nou, vuelve a medirse mañana a un rival que asoma en el mejor momento de la temporada. Se trata en este caso del colista Levante, defenestrado semanas atrás, pero revitalizado contra todo pronóstico al dar un importante paso al frente y adjudicarse siete de los nueve últimos puntos en juego. Prácticamente nadie, incluida la propia afición granota, daba un duro por un equipo que llegó a figurar a doce puntos de la permanencia tras caer goleado en su visita al Getafe el pasado 4 de febrero. Una semana después, para más inri, el Betis hurgaba en tamaña herida al vencer 2-4 en Orriols dando así lo que parecía la puntilla a un equipo que sumaba la friolera de 54 goles en contra y solo once puntos en su casillero al término de la vigésimo cuarta jornada.
El Levante, sin embargo, tenía pendiente de disputar un partido que cambió radicalmente el semblante derrotista de un grupo de futbolistas que dio una de las grandes sorpresas de la temporada al ganar a domicilio al Atlético de Madrid. Un solitario gol del centrocampista Gonzalo Melero en el minuto 54 dio los tres puntos a los granotas y sirvió como punto de inflexión para el colectivo, que aprovechó la primera ráfaga de viento a favor de todo el curso para firmar las tablas contra el Celta en Balaídos cinco días después y ganar con suma autoridad al Elche (3-0) en su último encuentro liguero. Futbolistas, cuerpo técnico y afición, así las cosas, vuelven a confiar en la opción de meterse de lleno en la pelea por una salvación que no se antoja ya una quimera para un renacido Levante que ha conseguido cortar la sangría de goles en contra, su principal debe en una temporada convertida en auténtica pesadilla.
Con dos porterías a cero y un solo gol recibido en los tres últimos partidos tras encajar veinticuatro tantos en sus siete encuentros anteriores, el conjunto dirigido por Alessio Lisci visitará San Mamés con la moral relanzada. El joven técnico italiano de 36 años de edad, que promocionó desde el filial el 30 de noviembre del pasado año para hacerse cargo del primer equipo y relevar en el cargo a Javier Pereira, quien a su vez había reemplazado previamente a Paco López, parece haber dado con la tecla con un cambio de sistema que ha sentado a las mil maravillas a sus pupilos. El dibujo táctico con cinco defensas se ha instalado definitivamente para dar así una mayor consistencia a una zaga a la que se sumó durante el mercado invernal Martín Cáceres. El central uruguayo aterrizó en Orriols a sus 34 primaveras procedente del Cagliari y se ha convertido en una pieza indispensable para Lisci, quien acostumbra a rotar a los futbolistas que actúan del centro del campo hacia delante en función de la cita de turno.
DE FRUTOS, UNA AMENAZA
Contra el Athletic, no obstante, es segura la presencia en el once inicial del extremo Jorge de Frutos, quien vuelve a marcar diferencias pegado al costado derecho del ataque granota. Lejos de su mejor versión a lo largo de la temporada, el exjugador de las categorías inferiores del Real Madrid se ha reivindicado en las últimas jornadas dando un notable salto de calidad al ataque del Levante, donde José Luis Morales y Roger Martí apuntan a acompañarle en Bilbao en la parcela ofensiva.
No le falta talento al equipo levantinista en la búsqueda del gol, pero su casi nula efectividad en ambas áreas le ha abocado a afrontar las doce últimas jornadas de liga sin apenas margen de error. Con los tres puntos entre ceja y ceja, de este modo, se presentará mañana en San Mamés el Levante, que no logró la primera de las tres victorias que lucen en su casillero en liga hasta su triunfo por 2-0 a costa del Mallorca el 8 de enero. 27 partidos sin ganar en el campeonato de la regularidad sumaban para entonces los granotas, que batieron el récord de veinticuatro encuentros sin vencer en Primera División que tenía el dudoso honor de poseer el Sporting de Gijón desde 1998. Con nuevos aires viaja ahora hasta la capital vizcaina el equipo de Lisci, un colista con fe que sueña con la salvación a pesar de arrancar la vigésimo séptima jornada del campeonato a siete puntos de la permanencia.
Los antecedentes
Un rival propicio en San Mamés
Citas inolvidables. El Levante asoma como un rival propicio para el Athletic en liga en San Mamés, donde los rojiblancos se han impuesto en once de los quince partidos disputados ante el conjunto granota. Únicamente dos empates y otros tantos triunfos han podido sumar los de Orriols en sus visitas a la capital vizcaina, donde ganaron por última vez en el curso 2017-18 por 1-3 para morder el polvo después en sus tres últimas apariciones en el campeonato de la regularidad. Dos de los encuentros ante el Levante en Bilbao tienen además un significado histórico para el equipo rojiblanco, pues la victoria lograda por 2-0 en la última jornada del ejercicio 2006-07 sirvió a los leones para salvar la categoría, mientras que el 26 de mayo de 2013 el viejo San Mamés albergó su último partido oficial con el Levante como rival en un choque que concluyó 0-1 con gol de Juanlu.
El Levante, revitalizado, suma dos porterías a cero y un solo gol en contra en sus tres últimos compromisos de liga
El cambio de sistema, clave para un equipo que batió el récord de más partidos seguidos sin ganar en Primera División