El líder anarquista italiano Alfredo Cospito ha abandonado la huelga de hambre que mantenía desde hace casi seis meses para protestar por el duro régimen de aislamiento penintenciario al que está sometido, un día después de que el Tribunal Constitucional abriese la vía para revisar su condena.
Cospito comunicó hoy su decisión de interrumpir el ayuno iniciado el pasado 19 de octubre en un formulario a disposición de los detenidos de la cárcel de la Ópera de Milán y con el que ha sido notificado también el Tribunal de Vigilancia milanés, según los medios locales.
El Constitucional italiano dio este martes la razón al anarquista, al declarar "ilegítima" una parte del artículo 69 del Código Penal que prohíbe a los jueces considerar eventuales atenuantes cuando el delito pueda suponer una cadena perpetua.
Cospito, de 55 años, se encuentra internado desde mayo de 2022 en un férreo régimen de aislamiento penitenciario, conocido como "41Bis" y generalmente reservado a los mafiosos y peores criminales para impedir que sigan comandando desde la prisión.
El líder anarquista fue condenado a 9 años y 5 meses de prisión por disparar a las piernas a un empresario en 2012 y a otros 20 años por poner en 2006 dos paquetes bomba en un escuela de oficiales del los Carabineros en Fossano (norte), aunque no hirió a nadie.
Para protestar por su situación, Cospito llevó a cabo una huelga de hambre por la que solo ingería integradores alimentarios, lo que obligó a las autoridades a trasladarlo a la unidad hospitalaria de la prisión de Milán.
Aunque el pasado 6 de abril los medios informaron de que había "aflojado" su huelga de hambre, ingiriendo algunos alimentos básicos como un poco de leche, aunque desde su entorno aseguraron que no había interrumpido la protesta.
El 24 de febrero el Supremo decidió mantenerlo en el régimen de aislamiento, rechazando el recurso de sus abogados, en línea con el Gobierno de la ultraderechista Giorgia Meloni y de su ministro de Justicia, Carlo Nordio, que cree que es "socialmente peligroso".
Esto pese a las protestas de sus seguidores, que llegaron incluso a vandalizar un muro del consulado italiano en Barcelona con el lema "Italia Estado asesino Libertad Cospito".